La mítica “Carretera de los huesos” (M56 Kolyma Highway) de Siberia
Durante la dictadura comunista en Rusia y regiones aledañas muchos fueron los actos horrendos que sucedieron, y en este caso vamos a la fría región de Siberia, famosa por ser el “lugar de vacaciones y esparcimiento” escogido por millones de reclusos y disidentes durante el régimen de Stalin y sus camaradas.
Cuando la Unión Soviética estaba en pleno apogeo, Stalin mandó construir una carretera en la inhóspita y lejana Siberia. La carretera, de unos 2000 kilómetros, uniría las ciudades de Magadan y Yakutsk y facilitaría el control comunista en todo este vasto territorio.
De este modo, Stalin también tuvo ocupados y alejados a miles de disidentes al régimen, que fueron los que de sol a sol trabajaron a pico y pala en la construcción de esta carretera. El trayecto transcurre a lo largo del Círculo Polar Ártico y en él se encuentran algunas de las ciudades más frías del planeta, como Verkhoyansk.
Jornadas de trabajo crueles en condiciones climatológicas extremas causaron estragos en la M56 Kolyma Highway. Se dice que cada metro de construcción de la carretera costó una vida. Se cuenta que con las temperaturas existentes en la zona, una persona, perdida en esos parajes, apenas aguanta 8 horas sin congelarse. Dice la historia que cientos o miles de personas fueron obligados a realizar trabajos forzosos para construir esa carretera transiberiana, conocida popularmente como la “Carretera de los huesos“, aquella donde los que se opusieron a Stalin lo pagaron con su vida siendo enterrados bajo el asfalto congelado por uno de los fríos más potentes del mundo.
Como peculiaridad, se debe decir que el mejor remedio que encontraron las tropas de Stalin fue enterrar los restos de los trabajadores que morían bajo la capa de hormigón de la misma carretera, y que todavía hoy en día, los cadáveres afloran de vez en cuando.