Amortiguadores y componentes de montaje
A menudo cuando conducimos, nuestro vehículo está expuesto a diversos maltratos provocados por el mal estado de los caminos. Naturalmente los componentes de la suspensión tales como amortiguadores y muelles son los responsables por absorber las irregularidades del suelo y mantener estable la carrocería, proporcionando confort y estabilidad al conductor.
A menudo sucede que el vehículo es llevado al taller por un motivo de rotura específico. En ese momento la pieza es reemplazada directamente pero sin tener en cuenta el resto de los componentes como un conjunto mecánico, en donde a veces es posible afectar el funcionamiento de la pieza reemplazada.
Nosotros denominamos a esta acción como “reparación sugestiva”.
Pongamos como ejemplo, un sistema de suspensión Mc Pherson, en donde la pieza principal es el amortiguador. El mismo está montado (entre otros componentes) con una cazoleta de montaje, un tope de compresión elástico con fuelle protector, un resorte de suspensión, etc.
En los casos donde la carga por impacto es ejercida en compresión, el tope elástico es el que debe absorber el impacto. Imaginemos en un promedio de vida útil de 50.000 ó 60.000 km. de uso, cuántas veces el tope de compresión actúa deteniendo la carrera del amortiguador... ¡Y más aún teniendo en cuenta el mal estado de las calles por donde transitamos!
Tal vez visualmente la pieza se encuentra en óptimo estado pero mecánicamente es muy probable que no cumpla con las características necesarias para que otras piezas del sistema funcionen correctamente.
Sin dudas el profesional en quien confiamos, nuestro mecánico, nos aconseja acerca del mantenimiento del vehículo, tomando muchas veces como responsabilidad la decisión de optar por el repuesto que más conviene y así asegurarse la satisfacción total del trabajo realizado.
A su vez esta responsabilidad se traslada directamente al propio mostrador de la casa de repuestos, quienes también toman parte del compromiso de asistir al mecánico en la elección de las piezas a reemplazar, donde nuestra sugerencia es simplemente poner foco en el trabajo que va a realizar el mecánico, siendo receptivos e intuitivos, de acuerdo con la pieza solicitada y así sugerir el cambio de los componentes afectados al desempeño y durabilidad de la pieza en cuestión.
Si nuestro amigo y cliente pide un amortiguador, debemos preguntarnos…¿Cómo está el tope con el fuelle? ¿Y la cazoleta? ¿Y los componentes de suspensión? ¿Por qué no ofrecerle el resto de los componentes para asegurarse un correcto armado? De ello dependerá una correcta vida útil, y un buen trabajo que sin dudas en el futuro nos garantizará el retorno del cliente. TC