Primera embarcación eléctrica de Uruguay
La movilidad eficiente y sostenible avanza en Uruguay en el sector náutico, con la construcción de la primera embarcación eléctrica realizada en Juan Lacaze, Colonia.
La política energética ha permitido que hoy el 98% de la energía eléctrica del país sea de origen limpio y renovable, por lo que existe una importante oportunidad para descarbonizar el transporte, donde el avance en la tecnología de movilidad eléctrica es clave.
Julio Acosta, ingeniero mercante y licenciado en Sistemas Náuticos, y Márcelo Álvarez, estudiante avanzado de Ingeniería Naval, diseñaron y desarrollaron la primera lancha eléctrica en Uruguay denominada BM26.
Desde el punto de vista del Proyecto MOVÉS, este emprendimiento representa un importante paso en cambio cultural, demostración tecnológica e innovación en movilidad eficiente y sostenible. Es por esto que el Proyecto acompañó el proceso de desarrollo, apoyándolo técnica y administrativamente, permitiéndole obtener el interés ministerial del MIEM y articulando con la Dirección de Industria.
La historia
La idea inició en 2009 como un proyecto de tesis en la Escuela Naval, cuando el Ing. Julio Acosta hacía una licenciatura en Sistemas Náuticos; el tema desarrollado fue acerca de embarcaciones menores eléctricas con fuente de generación solar fotovoltaica. En 2010 Acosta defiende la tesis y empieza a buscar financiación, tarea difícil ya que según indica ¨la electromovilidad todavía no era lo que es hoy y la gente aún no creía¨.
En 2018 entra en contacto con su actual socio, Márcelo Álvarez, quien había tenido una experiencia en Chile con el desarrollo de taxis eléctricos. Juntos, generaron nuevos proyectos y se dispusieron, nuevamente, a buscar opciones de financiación. En dicho proceso, mediante la Intendencia de Maldonado, toman contacto con su actual cliente, el Hotel Las Piedras Fasano, que llega con la intención de navegar el arroyo Maldonado.
El diseño
Según indica el digesto departamental de 2938 de dicho departamento, se prohíbe la botadura y navegación de cualquier artefacto impulsado por motor a explosión en las Lagunas del Sauce, Laguna del Diario, Laguna Blanca, José Ignacio, margen departamental de la Laguna Garzón y del Arroyo Maldonado.
Respondiendo a estos objetivos de navegación, la embarcación fue diseñada con características particulares: su motor es eléctrico y el calado es de menos de medio metro. Según indica Acosta, ¨justamente por eso fue complejo el tema de elegir el largo exacto de la pata del motor, si la hélice queda más abajo va a andar más rápido y empuja mejor, pero corrés el riesgo de tocar en el fondo, esa es una de las cosas para mejorar en la próxima¨.
Consultado al respecto, sobre las características de electromovilidad de la embarcación, Acosta indica: ¨El sistema de propulsión es alemán, de la marca Torqeedo. Tiene dos motores de diez kilowatts, cada uno que equivale a motores de treinta hp en combustión. Tiene un banco de baterías de veintiocho kilowatts, son ocho baterías de 3500 watts, cada una de veinticuatro volts; los motores trabajan en veinticuatro volts, entonces hay que hacer una serie. Tiene cargadores de alta potencia que cargan de cero a cien en dos horas¨.
La autonomía depende de la velocidad, a máxima potencia es de una hora y treinta minutos; si se logra bajar un poco la potencia, por ejemplo un 70%, y la velocidad se mantiene, se puede subir un 30% de autonomía sin sacrificar velocidad. Lo importante, según indica Acosta, es ¨ir haciendo pruebas en el mismo lugar que se va a navegar para encontrar el punto óptimo, la velocidad crucero, y así obtener la mayor autonomía sin sacrificar mucho la velocidad¨.
Esta lancha costó 147 mil dólares, incluyendo trailer, matriculación y todos los implementos de seguridad. En base a esta experiencia de trabajo y la prueba en aguas de la embarcación, es que se proponen mejorar la segunda, ya contratada por el cliente.
El diseño fue inspirado en las lanchas italianas Riva Aquarama, que son un modelo de lujo a nivel mundial. La embarcación tiene espacio para 11 personas, incluidos tripulantes y capitán. Acosta comenta: ¨el casco tiene una estructura en madera enfibrado, plástico reforzado con fibra de vidrio. Se hizo por el método one off, no es una embarcación de molde. Dibujamos la embarcación a gusto, a medida. Recién cuando obtuvimos el producto que gustaba al cliente empezamos a trabajar en embarcabilidad, flotabilidad y demás cálculos, cuando vimos que cumplía con las condiciones presentamos a prefectura para obtener la homologación del modelo y empezar la construcción.¨
Las ventajas de la electromovilidad en el sector náutico
El cuidado al medio ambiente es lo más importante, este tipo de embarcaciones evita el derrame de hidrocarburos, combustibles y aceites. A su vez, no hay emisiones de gases de efecto invernadero. Por otra parte, son silenciosas, lo que es ideal para no alterar el ecosistema de los animales, fomentando también el ecoturismo ya que los motores son silenciosos y no generan vibraciones. En este sentido, permiten realizar navegaciones por reservorios de aguas protegidos, cumpliendo con los requisitos ambientales.
Por otra parte, el costo operativo por el uso de la electricidad en lugar del combustible es ocho veces menor.