UN VIAJE DESCONOCIDO: "Viaje al kilómetro 329", Historias y lugares (2da. parte)
En nuestra anterior edición conocimos el servicio de la empresa Turismar que se realiza entre Sarandí del Yí y el puente del kilómetro 329. Ahora conocemos a los protagonistas y a los lugares de ese viaje.
Los pasajeros
Galeno tiene 90 años, es oriundo de los pagos de Caraguatá, en Tacuarembó, pero desde el año 1951 vive en Blanquillo, por lo que conoce bien la necesidad de trasladarse en el medio rural. Cuando dialogamos con el amable pasajero, venía de ver a familiares en Montevideo. Conoce muy bien el camino y recuerda que “antes era intransitable la ruta 6, había cañadas y todo, ahora está mejor”.
Sobre su pueblo de Blanquillo nos cuenta que “ahora hay más gente porque tenemos mucha forestación en la vuelta, ya no queda casa sin alquilar”. Galeno tiene 9 hijos que viven en diferentes zonas del país, por eso destaca la forma de estar comunicado, “antes no nos enterábamos de nada, teníamos que estar al lado de la radio para recibir alguna novedad, hoy, con los teléfonos te enteras de todo al instante y estás hablando todos los días con los hijos”, cuenta.
Con tantos años en Blanquillo, a Galeno no hay quien lo mueva. “Algunos de mis hijos que viven en Montevideo quieren que me vaya para allá, pero yo no quiero saber de nada. La gente en Montevideo es como que se esconde para no tener trato, uno está acostumbrado a otra cosa”, culmina.
Lilian es de Sarandí del Yí y viaja con su hija Ema. Ella conoce bien este servicio de ómnibus ya que llegó a utilizar el bus años atrás para cumplir con una función fundamental: la de enseñar en una escuela rural.
“En el año 2008 daba clases en la escuela de La Alegría, donde me deja este ómnibus, la escuela quedaba como a 15 kilómetros, esperaba que alguien me arrimara, viajaba los lunes y volvía a mi casa los viernes”, recuerda.
La escuela rural del paraje La Alegría, supo tener hasta 40 niños; la constante emigración a la ciudad se refleja en el único centro de estudio cuando Lilian era maestra, teniendo solo tres alumnos. En el año 2009 y 2010 siguió ejerciendo como maestra pero en la escuela rural de Puntas de Malbajar, luego que nació su hija es maestra en escuela de las ciudades, más precisamente en Sarandí del Yí.
Evelin es de Sarandí del Yí; desde hace dos años viaja frecuentemente a La Paloma en el ómnibus de Turismar; según nos expresa: “cuando comencé a viajar la ruta estaba horrible, ahora cambió para mejor”.También nos comenta que “en La Paloma no hay redes de cobranzas, es mucha la gente que tiene que ir hasta Sarandí del Yí para pagar sus cuentas, el ómnibus es necesario”. La principal vía de comunicación de Sarandí del Yí es la Ruta 6, que no es fácil los días de lluvia. “Cuando llueve mucho si vas a ir a Montevideo hay que agarrar por otra ruta o a veces directamente quedas aislado, es muy complicado”, culmina.
Fernando es del paraje de El Chileno en Durazno, un lugar que nos aseguró que perdió casi la mitad de la población por la emigración. Su familia estuvo ligada al ómnibus ya que a esa zona llegó a entrar un servicio de la empresa Nossar y su casa era la agencia de esa empresa. “Yo no viajo mucho en esta línea, tuve que traer el auto al taller y lo dejé, ahora para volverme me tomé el ómnibus, me bajo en Blanquillo y de ahí me van a buscar para poder llegar a El Chileno”, nos comenta.
“Viajo todo los días 30 km a San Jorge, donde trabajo en la Intendencia Municipal. Desde donde vivo a San Jorge no tengo ómnibus, tengo que ir en moto”, explica.
Alfredo es de Salinas. Mientras varios uruguayos prefieren la playa, él la deja para ir al río. Aprovechando la licencia de la construcción, vino por estos pagos. “Vengo a visitar unos amigos que tengo en Cuchilla de Ramírez, vengo a saludar y pasar unos días en el monte, lo hago cada dos o tres años. Todos me dicen “pero tenés la playa” y les digo que prefiero esto”, cuenta.
Blanca es de Blanquillo, conoce muy bien la zona, “mi padre era el carnicero de la cuadrilla del tren, y mi madre era lavandera, también de la cuadrilla. Después mi padre puso carnicería. Yo me fui 25 años a vivir al barrio de Lezica y nuevamente me vine a Blanquillo a vivir.”
Sobre la línea de Turismar nos relata que la utiliza de forma asidua para hacer las combinaciones a Montevideo o viajar hasta Sarandí del Yí. Una vez iniciado el viaje, no duda en reconocer la labor del chofer: “es una persona muy responsable, se pasa mucho trabajo en estos caminos, a veces hasta queda enterrado, para los que no tenemos vehículos este servicio es fundamental”. Sobre los caminos nos comenta que “siempre fueron bravos, pero ahora vienen mejorando”.
Vilma nos cuenta: “tengo mi vida repartida, tengo un hijo adolescente estudiando en Sarandí del Yí y vivo en La Paloma”. La realidad que se repite en los pueblos de nuestro país no es ajena a esta zona, “mi hijo hasta que comenzó el liceo estaba en La Paloma, después lo tuve que llevar a Sarandí y para el año que viene tengo que pensar que se tiene que trasladar a Montevideo por la educación terciaria, esta es una realidad de la campaña”, destaca. “El sacrificio es mucho, pero para darle oportunidad a los chiquilines hay que hacerlo, terminas con una familia repartida”, culmina.
Sofía y Dánica son oriundas de Blanquillo, la primera estudia Arquitectura en Montevideo y su hermana emigra a Durazno para seguir Magisterio; ellas saben que su futuro está lejos de su pueblo “el tema es que no hay nada, por motivos laborales no podes volver, solo hay algo de trabajo para tareas en el campo, si haces otra cosa no hay de qué trabajar”, explican.
Verónica y su hijo Damián son de Montevideo y tienen como destino la zona del kilómetro 329; “cuando podemos nos hacemos una escapada, hace nueve años que venimos, lástima que no hay trabajo, si no estaríamos viviendo por acá, uno está acostumbrado a vivir entre rejas y acá es todo tan tranquilo”, destacan.
Alicia vive en Cuchilla de Ramírez, se desempeña como auxiliar de servicio de la escuela número 76, que apenas tiene seis alumnos. “La escuela tiene niños que llegan a caballo, otros en bicicleta, yo hago los siete kilómetros desde mi casa en moto, hace nueve años que trabajo allí y cada vez hay menos niños, la gente se va”, explica. “Vivir en poblados tan pequeños no es fácil, no tenemos dónde pagar la cuentas, hay que viajar o si va algún vecino a la ciudad te puede pagar, pero si llueve mucho no se puede pasar por los caminos”, agrega. A pesar de los sacrificios que enfrenta, la tranquilidad no la cambia por nada, “tengo un hijo viviendo en Durazno y no es lo mismo, el campo no tiene comparación”.
LUGARES Y POBLADOS
EL PUENTE DEL KM 329
El puente del km 329 tiene más de dos kilómetros; dentro del territorio uruguayo es el puente nacional más largo. El mismo fue pensado en la década del 40’ como puente ferroviario, para extender el trazado de la vía férrea del ramal de Florida que llegaba hasta el km 329 en Durazno, y conectarlo con el km 347 en Tacuarembó.
El puente fue ferroviario hasta 1985, luego se pensó utilizar como puente carretero. Finalmente en julio del año 1994 la imponente obra de más de dos kilómetros de largo y seis metros de ancho, quedó inaugurada.
La falta de acondicionamiento de la ruta 6 y los caminos de acceso al puente condenaron desde su inicio la obra. Turismar inauguró una línea a Vichadero por la ruta 6 y atravesaba el mismo, pero las constantes roturas de las unidades obligaron a abandonar ese servicio.
Años más tarde con el imponente crecimiento del transporte de carga, con sectores como la madera, granos y de hacienda, este puente brindaba una importante salida hacia el sur de buena parte de Rivera y Tacuarembó, con el consiguiente alivio de rutas como la 5 y 7, pero el acondicionamiento de la ruta 6 y sus caminos de acceso nunca llegaron.
CUCHILLA DE RAMÍREZ
La localidad está ubicada en la zona noreste del departamento de Durazno; se encuentra junto al trazado del ramal ferroviario de Florida, km 329, junto a la estación Km 319 de vital importancia en épocas de embarques por tren.
El centro poblado cuenta con menos de 150 habitantes, la escuela número 57, un complejo Mevir, una agencia Antel, un comercio de ramos generales y se encuentra a 190 km de la capital departamental y a 35 km de La Paloma.
La localidad se encuentra situada en la zona noreste del departamento de Durazno, sobre la cuchilla de Ramírez entre el Río Negro y el arroyo Ceibal. Dista 35 km al norte por carretera de la localidad de La Paloma y 190 km de la capital departamental.
LA PALOMA
Ubicada en el noreste del departamento de Durazno, entre los arroyos de Las Cañas y Sarandí, la localidad de La Paloma registraba en el último censo del año 2011, 1443 habitantes. Está sobre el ramal ferroviario que va hacia el km 329, se accede desde el sur por las rutas 6, 43 y 42, desde el norte por la ruta 6 y camino vecinal, y desde la ciudad de Durazno por la ruta 5, 14, 19 y 43.
Se destaca como sitio de interés una gruta denominada “La Llorona” que cuenta con abundante vegetación. A su lado se encuentra “El Chorro”, una vertiente de agua natural, y también se puede visitar “El Perao” que es un afloramiento de piedras con pequeñas cuevas. Entre los servicios se destacan hotel, parrilladas, estación de servicio y comercios varios. Cuenta con dos planes de Mevir y un moderno gimnasio polideportivo.
BLANQUILLO
La localidad “duraznense” toma el nombre del arroyo que corre al sur oeste, a unos 10 kilómetro de la localidad. Sobre el arroyo se encuentra el camping, siendo el lugar turístico de la zona.
Blanquillo se encuentra a 125 kilómetros de la capital y cuenta con una población de 1200 habitantes, su creación está directamente vinculada al tren ya que se fundó en 1939 con la llegada del mismo a la zona.La capital de la cerámica, como se denomina a la localidad, está relacionada con las canteras que existían en sus alrededores y desde donde se extraían arcilla; los artesanos aún hoy siguen realizando trabajos en cerámica que pueden ser adquiridos en Blanquillo.
CUARTEL PASO DEL REY
A unos cinco kilómetros de la ciudad de Sarandí del Yí, se encuentra el Cuartel Paso del Rey, que fue declarado Monumento Histórico Nacional. Cuenta con un Museo dependiente del Ministerio de Defensa Nacional, donde se destaca una de sus salas, dedicada a la Batalla del Río de la Plata.
El recuerdo de la estadía en el lugar de tripulantes del acorazado alemán Graf Spee, que estuvieron en las instalaciones entre el año 1943 a 1946, está reflejado con objetos y fotos de la época, junto a relatos sobre los detenidos que incluso practicaban natación en el río Yí. El museo aborda también la temática aeronáutica, puesto que en sus instalaciones funcionó el Aeroclub local.
SARANDÍ DEL YÍ
La ciudad de Sarandí del Yí fue fundada el 29 de diciembre de 1875; en el año 1934 llegó el tren por lo que la comunicación se facilitó para sus pobladores.
Ubicada a 200 kilómetros de la capital departamental, sobre la ruta 6 y a 96 kilómetros de Durazno, según el último censo la ciudad cuenta con más de 7000 habitantes. Se destaca el hermoso parque local “Dr. Elías Regules”, donde cada noviembre se realiza la Fiesta del Cordero Pesado que atrae público de todo el país.
Sarandí del Yí cuenta con hoteles, hospital, policlínico privado, cuatro escuelas, liceo y sucursal bancaria, entre otros servicios.