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Internacionales

Gobierno brasileño quiere reducir número de camiones


20.03.2015
Gobierno brasileño quiere reducir número de camiones

Con camiones de más y un mercado general en descenso, el gobierno norteño comienza a implementar en este 2015 una política para disminuir la cantidad de vehículos autorizados para hacer transporte de carga en el país.

Todos los vehículos registrados en la ANTT (Agencia Nacional de Transportes Terrestres) para realizar fletes serán reempadronados y tendrán que ostentar un chip y un adhesivo que puedan ser fiscalizados automáticamente en una red con cerca de 200 puntos de vigilancia en todo el país.

A partir de mayo, los primeros nuevos puestos de fiscalización estarán en test en Rio Grande do Sul. En junio, los primeros camiones deberán tener el nuevo equipamiento.

“Nuestra intención es sacar del sistema a aquel que está cometiendo irregularidades”, afirmó el director general de la ANTT, Jorge Bastos.

Una mayor vigilancia en la fiscalización del transporte de carga por carretera, que ha estado inflado en los últimos años por la facilidad de compra de camiones nuevos, además de la reducción en la actividad económica, es vista como la situación ideal para reequilibrar el sistema.

Existe, en tanto, presión de los camioneros y las empresas para que la solución en la detención en las tarifas de los fletes sea una mayor regulación. Entre las propuestas, está la creación de una tabla con valores mínimos de fletes y vale-diésel.

Después de la paralización de los camioneros que ocurrió a fines de febrero e inicio de marzo, grupo de representantes del gobierno federal, empresarios y camioneros, debaten el tema.

Flota brasileña

Brasil tiene 3.2 millones de camiones, de los cuales casi la mitad está apto para realizar fletes (tomar la carga de otra empresa y llevarla a destino). La otra mitad puede operar apenas para su propia empresa, sin registro de la ANTT.

En los últimos cinco años, incentivos diversos –subsidios y diésel barato- hicieron que la flota aumentase 24%. Los camiones nuevos entraron sin que los viejos salieses, sobre todo cuando los precios del flete subían artificialmente, cuando el precio de los granos explotó.

El estimado del economista Ricardo Gallo, de la consultora KonSCIO, es que el país tiene hoy un excedente de 300.000 mil camiones.

El desfasaje entre la oferta y la demanda achata el valor del flete y pesa principalmente sobre los camioneros autónomos (45% de los transportistas), que, para negociar, dependen de los intermediarios (empresas que se responsabilizan por la documentación del transporte y llegan a quedarse con el 40% del valor del flete.

Otro problema es que, sin fiscalización, menos del 15% de los fletes tienen el registro necesario en la ANTT para garantizar que el camionero reciba, más allá del valor del transporte, incentivos como el peaje.

Según datos del BNDES (Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social), el programa Procaminhoneiro, que recibía subsidios del Tesoro, financió casi 70 mil vehículos con R$ 11,700 millones desde 2007.

Esas operaciones son una fracción de los financiamientos y se concentrar en grandes empresas. Por eso, el gobierno federal todavía no sabe qué hacer.

Fuente: Folha de São Paulo