Volvo CE estudia el potencial de la tecnología 5G en el sector de la construcción
Volvo Construction Equipment (Volvo CE) se adelanta al resto del mundo al situarse entre un reducido número de empresas pioneras que están realizando pruebas de conectividad móvil 5G. Para ello, está desarrollando un programa que se espera que revolucione el sector de la construcción. El experto en 5G Calle Skillsäter, el cual trabaja como especialista técnico de Volvo CE para Máquinas conectadas, nos adentra en la materia.
El programa de 5G, en el que participan los socios Telia y Ericsson, lleva a cabo la primera aplicación industrial de 5G, y son muy pocas las empresas en los países nórdicos los que tienen la suerte de participar en él. En el caso concreto de Volvo, lo que se está haciendo es poner a prueba el desarrollo de máquinas con control remoto y, además, se está estudiando qué potencial real guarda cuando se emplea con soluciones autónomas.
¿Qué implican estas pruebas para Volvo CE?
Gracias a la tecnología 5G, podemos enviar datos de formas que no podíamos imaginarnos hasta ahora. Y es que se trata de una red móvil mucho más rápida y fiable, lo que nos sitúa a la cabeza de una implementación más vertiginosa de tecnologías en el mercado, como la automatización. Así pues, ahora se pueden hacer cosas que hasta hace unos pocos de años habría sido imposible.
¿Qué se está poniendo a prueba exactamente? ¿Y cómo se ha desarrollado el lugar de pruebas?
Disponemos de un centro de pruebas de 25 hectáreas, en la que está la cargadora de ruedas L180H con control remoto y hay también un simulador dentro de una tienda, a unos 100 metros detrás de una pared de cemento. El circuito de pruebas contiene una serie de barreras físicas, caminos que van cuesta arriba y abajo, así como superficies más irregulares.
Todos estos elementos han sido diseñados para reproducir las condiciones reales de una obra de construcción. En esta fase, el simulador está bastante cerca de la máquina, pero es porque así podemos estar cerca del circuito y modificar las condiciones. De hecho, no hay motivo por el que la máquina no pueda estar mucho más lejos.
¿Hasta qué distancia puede estar entonces?
En el 2017, obtuvimos resultados positivos cuando colocamos una máquina a 400 metros bajo tierra y la controlamos desde la superficie. Cuando probamos esta tecnología por primera vez en el 2015, pusimos una excavadora en funcionamiento en Eskilstuna, Suecia, y la controlamos desde Barcelona.
Es un ejemplo para que os podáis hacer una idea del potencial que ofrece para operaciones realizadas a distancia. Y ahora, la menor latencia que ofrece la red 5G abre la puerta a operaciones realizadas a distancia desde puntos totalmente alejados. Sin embargo, a cierta distancia la latencia en la red será significativa.
¿Durante cuánto tiempo se va a realizar las pruebas y qué objetivos esperáis cumplir?
Vamos a probar esta tecnología durante dos años. En este plazo de tiempo, nos hemos propuesto que el rendimiento de la red avance para mejorar. Lo que nos parece más interesante en esta fase inicial es que disfrutamos de una posición única en la que podemos eliminar problemas y también estamos desempeñando un papel importante, ya que influiremos en el modo en que la tecnología 5G funcionará con fines industriales cuando se aplique de un modo más general.
Aunque, el objetivo que tenemos en Volvo CE es que el sistema esté tan avanzado y logre tantos buenos resultados, que podamos ponerlo a prueba con nuestros clientes. Es decir, queremos comprobar cómo funciona en una obra real. De hecho, esperamos que esto sea viable cuando las pruebas lleguen a su fin.
¿Van a poner a prueba esta tecnología con otras máquinas de Volvo?
Sin duda alguna. Nos hemos propuesto que, tras finalizar la fase inicial de pruebas con la cargadora de ruedas, podamos probarla con el prototipo de cargadora HX2 para observar si es posible llevar a cabo un ciclo de trabajo empleando exclusivamente la tecnología 5G. En principio, en ese momento podremos probar la telefonía móvil 5G con entre seis y ocho cargadoras autónomas que lleven gravilla en una obra.
Es en el sector minero donde parece que se podría estudiar mejor esta tecnología. ¿Cuál es el motivo?
La minería conlleva sus riesgos, tanto para las personas que operan las máquinas desde ubicaciones remotas, como por los gases que se liberan cuando se realizan voladuras de rocas. Si podemos sacar a la gente de la obra, estaremos reduciendo por completo el riesgo de accidentes. Además, se tendrá la capacidad de realizar distintas operaciones y trabajar en diferentes obras desde una única ubicación central, lo que aumentará la productividad.
¿Hay otros sectores que podrían beneficiarse de la automatización de la tecnología 5G?
Por supuesto, no afecta solo a la minería. La industria forestal podría sacar provecho sin lugar a dudas, ya que se trata de un sector que cuenta con multitud de camiones que cargan y descargan en trenes, por lo general, de noche.
Trabajar de noche supone un mayor riesgo para la visibilidad, obviamente, por lo que si se suprimen los operadores, las operaciones que se realicen serán mucho más seguras. Y también para trabajos realmente peligrosos en la industria siderúrgica o en el sector energético, donde el traslado físico de materiales puede provocar explosiones o emisiones de gases tóxicos. Por eso, una buena solución es prescindir de las personas en esas operaciones.
¿Pero, entonces, en el caso de la construcción, el objetivo es aumentar la productividad?
Es evidente que la seguridad es un factor fundamental, pero sin duda alguna la red móvil 5G afectará de forma positiva en la productividad.
La tecnología de control remoto que hay en la actualidad sufre un retraso que dificulta enormemente el control de una máquina en cuanto a su velocidad o precisión. Sin embargo, en el caso de la de 5G, es como si fuera a tiempo real. Además, la calidad de la imagen mejora bastante, aumenta la resolución de la grabación en vídeo y la conexión de una red 5G es mucho más fiable. Todas estas ventajas juegan a favor del operador que se encuentra en el simulador.