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Conducción eficiente en vehículos de carga y pasajeros: Mentalidad y responsabilidad


16.07.2014
Conducción eficiente en vehículos de carga y pasajeros: Mentalidad y responsabilidad

Continuamos con el informe elaborado en España por el IDEA (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) que hace referencia a la conducción eficiente de vehículos industriales, y consiste en una serie de nuevas técnicas que, unidas a una adecuada actitud del conductor, dan lugar a un nuevo estilo de conducción que logra importantes ahorros de carburante y reducción de emisiones.

Mentalidad y responsabilidad

La conducción de un vehículo industrial comporta una elevada carga de responsabilidad, por tanto, se requiere una actitud resuelta, decidida, y basada en una serie de directrices a considerar:

- Prever las situaciones peligrosas y anticipar a tiempo las maniobras a ejecutar, para evitar verse involucrado en maniobras comprometidas.

- Conocer las alternativas disponibles para solucionar una maniobra, y tener la capacidad para discernir cuál de ellas es la más adecuada.

- Evitar comportamientos arriesgados que pudieran generar situaciones de riesgo para los usuarios de la vía.

Se ha de evitar la práctica de una conducción agresiva, basada en continuas aceleraciones y frenazos bruscos. Con la práctica de una conducción eficiente se logran ahorros de carburante de más del 30% respecto a una conducción agresiva.

Antes de arrancar

Antes de subir a la cabina del vehículo, se procederá a realizar un examen visual sobre algunos elementos del vehículo, para comprobar su correcto estado.

Aunque depende del modelo de vehículo, en líneas generales, una correcta revisión previa debería contemplar al menos los siguientes aspectos:

* Niveles de líquidos: aceite de motor, agua de refrigeración y líquido de servodirección.

* Sistema de frenos: presión de aire de frenos y purgado del agua de condensación.

* Instrumentación de ayuda a la conducción: limpieza y colocación de los retrovisores, verificación del funcionamiento del alumbrado y de las luces de advertencia.

* Montaje del vehículo: sujeciones de alerones, enganches y acoplamientos, y los toldos que recubren la carga, en su caso.

* Neumáticos: presiones, desgastes, objetos incrustados, estado general y fijaciones.

No olvidar también la supervisión del estado de las ruedas de repuesto.

La preparación con anterioridad del itinerario a seguir, permitirá ahorrar kilómetros recorridos innecesariamente y, por lo tanto, combustible.

Esta planificación de los itinerarios, unida a una adecuada programación de la ruta, es decir, horas de paso y cargas o descargas a efectuar en los distintos puntos, permitirá en muchas ocasiones, evitar atascos que ralentizarían el ritmo medio del viaje, y aumentarían el consumo de carburante. Fuente: IDEA (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía de España)