En la conducción, importa el tamaño
Las distintas geografías en el mundo albergan hombres de dimensiones variadas. Hace falta estudiar el cuerpo humano para fabricar productos cómodos y seguros. Hablemos de ergonomía.
* Nota realizada por Lizet Pebes a la especialista Juliana Siqueira de origen brasileño que vivie en Perú.
La ergonomía es una ciencia que estudia cómo los productos y sistemas deben adaptarse al hombre para garantizar su buen desempeño. Esta disciplina permite generar “valor agregado” y, por lo tanto, es clave en la innovación tecnológica y particularmente crucial en el diseño de vehículos. Cuando se habla de ergonomía, se habla de comodidad; que es el estado mental que resulta de la ausencia de elementos perturbadores, sobre todo en las posturas y movimientos del usuario.
Específicamente, la ergonomía en el transporte mide el confort, a través de las dimensiones y el espacio entre asientos, accesos y áreas de circulación, así como mediante los problemas de vibración y aceleración, climatización, insonorización, entre otros. Por otro lado, también está vinculada a los aspectos de toma y tratamiento de información (señalización e indicadores de control) y adaptación de los mismos.
Los vehículos, como tantos otros productos, no sólo deben ser cómodos sino también placenteros para quien lo usa, pues el placer se asocia con los sentimientos de seguridad, orgullo, emoción, satisfacción, entretenimiento y libertad. El no placer se asocia con sentimientos de agresión, resignación, frustración, ansiedad y molestia. Imaginemos las largas jornadas de los operadores de camiones ascendiendo por los Andes peruanos o el trayecto de los conductores de buses interprovinciales; más aún de aquellos que abordan rutas transfronterizas. ¿No es acaso la comodidad un punto neurálgico?
Actualmente se aprecia cómo los vehículos son protagonistas de una cantidad elevada de accidentes. Estos hechos han conducido a muchos países a generar leyes y normas (SAE, 2008) para regular el diseño y fabricación de vehículos, así como la condiciones de circulación (tráfico) de los mismos.
El error humano está también relacionado a señales o símbolos de advertencia que no son necesariamente universales y, por lo tanto, no son entendidos a plenitud. En ese sentido, todos los dispositivos-relojes y displays en los paneles de control deben permitir una lectura clara y evitar distracciones, permitiendo que la persona realice su operación de manera correcta.
Adaptarse a las diferentes estaturas
Es importante saber que dependiendo de la población de una determinada ciudad, región, país o continente, se puede obtener un particular estándar de las dimensiones humanas. Por ejemplo, no son iguales las medidas de los pobladores chinos que las de los habitantes en Estados Unidos. Así mismo sucede en el caso de la antropometría poblacional en países latinos, entre ellos mismos hay variaciones.
Como parte de los métodos y la dinámica de investigación y desarrollo (I+D) para nuevos vehículos, es importante definir percentiles antropométricos de la población usuaria, rangos poblacionales a los cuales va dirigido el vehículo. En este sentido, la antropometría permite, por ejemplo, asegurar que, en la cabina, el conductor pueda alcanzar todos los dispositivos y controles, ver y entender las exhibiciones del tablero de instrumentos y sentirse cómodo en el asiento.
“La Antropometría es fundamental para el desarrollo de un vehículo, ya que todos los antropomitros (personas de distintas tallas) deberán estar confortables y de forma segura en él; además de tener todas las condiciones del amplio campo visual y zona accional al alcance”, precisa Juliana Siqueira de Queiroz Simoes, gerente general de Ergo Consulting.
La especialista señala que en varios países de nuestro continente no contamos con una tabla antropométrica oficial, por eso se emplean tablas internacionales como las de Japón y Hong Kong. Las medidas van del mayor hombre (1.82cm de estatura) y de menor mujer (1.53cm de estatura).
Las diferentes tallas según regiones en el mundo constituyen un reto para los fabricantes de vehículos, pues deben crear camiones y buses versátiles. Por ejemplo, la mayor diferencia antropométrica la encuentra el peruano con el habitante alemán: el más pequeño hombre alemán es de la estatura promedio de un peruano.
Juliana Siqueira ofrece algunas recomendaciones para lograr estándares ergonómicos en los vehículos: “el asiento debe tener una inclinación hacia atrás de entre 15 y 25 grados, lo suficiente para que el muslo y la cadera presenten un arco de 110 a 120 grados. La distancia entre el suelo y el asiento debe rondar los 30 centímetros.
El asiento debería estar colocado bastante cerca de los pedales para que la flexión de las piernas respecto a los muslos sea de 135 grados. Si el volante es ajustable, escoja una posición de los brazos que asegure la relajación de hombros y los músculos de la espalda. El vehículo deberá estar a una temperatura ideal de 20 grados Celsius”.
La especialista recomienda además que tanto para conductores de buses, como de camiones, se establezcan pausas cada dos horas, para bajar del vehículo y hacer unos ejercicios de estiramiento y una breve caminata de 5 minutos. “Eso lo dejará en estado de alerta y se sentirá más cómodo para regresar al estado continuo de manejo”, precisa.
Es importante considerar otras nociones vinculadas a la ergonomía, como la salud del conductor, el tipo de alimentación, su historia clínica cardiaca, y las condiciones de mantenimiento, documentaciones vigentes del camión o bus. En cuanto a seguridad industrial, son clave los cinturones de seguridad, airbags, zonas de absorción del impacto, asientos y cabeceras, interruptor inercial (en caso de choque interrumpe la alimentación de corriente de la bomba de combustible) y sistema de prevención de incendios.
Por todo lo expuesto, la antropometría y ergonomía son claves en el diseño de camiones y buses patrón. Todo ello orientado a contribuir con estándares que velen por el cuidado de la salud, brinden seguridad y generen mayor productividad en los usuarios y operadores. TC