Cómo decidir entre comprar o alquilar un equipo de construcción
En un artículo publicado en la Revista Construcción Latinoamericana de septiembre de 2016, Jaco Alles, responsable por el área de Rental de Volvo CE en América Latina, comparte sugerencias sobre lo que se debería tener en cuenta al decidir comprar o alquilar un equipo de construcción.
Tomar una decisión respecto a si adquirir o alquilar un equipo de construcción en ocasiones puede ser un ejercicio complejo, y al que todas las empresas constructoras se ven enfrentadas en variadas ocasiones. La tarea se hace aún más difícil cuándo se analiza el mercado de alquiler en la región y se llega a la conclusión que el segmento está extremadamente atomizado. Son muchas las empresas, diversos los servicios y la mentalidad latinoamericana aún parece indecisa respecto a la conveniencia del alquiler de equipos. Es por eso que en América Latina el tamaño de la industria del arriendo oscila entre el 10 y 15%, mientras que en mercados maduros superan largamente el 40%.
Si bien hace algunos años los créditos eran más baratos -hablando a nivel general- y había más dinero disponible, hoy la realidad latinoamericana es distinta, con mayores restricciones y tasas más altas, lo que sumado a la reducción del volumen de obras, genera una caída de precios en el valor del alquiler, podría generar un aliciente por aumentar el requerimiento de este servicio. Pero aún así, la decisión no es tan clara como se quisiera. La diversidad de jugadores de arriendo y algunas empresas ‘aventureras’ y sin los conocimientos necesarios, hacen que el mercado se desarrolle con cierta ‘nebulosa’.
Lo que las empresas constructoras deben entender es que a través de una ecuación equilibrada de activos propios y equipos alquilados, se generan mayores ganancias y menores costos, generando al mismo tiempo mayor liquidez en sus resultados, con una mejor relación activo/pasivo y liberando capital para inversiones.
Si una empresa tiene un activo, en el caso de un equipo de construcción, con un 50% de actividad productiva (unas 1.000 horas al año), podría ser aceptable. Sin embargo, una empresa de alquiler tiene como objetivo un nivel de ocupación por sobre el 70%, dándole una mejor utilización al activo y optimizando además sus costos de mantención.
Con todo lo anterior, la decisión puede ser difícil de tomar. Es por eso que es importante hacer un listado de los beneficios que el alquiler puede proporcionar. Dentro de los puntos a considerar están: ¿Cuál será la utilización mensual del equipo, qué nivel de horas? ¿Cuál es el plazo de la obra? ¿Tengo experiencia con este equipo? ¿Es un equipo con facilidad (liquidez y valor) de reventa? ¿La obra requerirá del equipo en el futuro? ¿Cuál es la productividad esperada para la máquina? ¿Tendrá la obra un flujo constante de ingresos? ¿El lugar de la obra, tiene un acceso fácil a servicios?
Hay que ser conscientes. Cada escenario requiere una estrategia diferenciada y para tener claridad en relación a los pros y contras es importante expresar las diferencias con cifras. A continuación hay algunos números ‘mágicos’ a tener en cuenta y que pueden ayudar en la decisión.
En el caso de una excavadora hidráulica de 20 toneladas, considerando una obra con un cronograma de ejecución de 24 meses y un mínimo de 176 horas mensuales y una tarifa entre 3% y 5,5% del valor de adquisición del producto, la opción por adquirir la excavadora probablemente sea la más adecuada.
Alterando un poco los números la balanza se inclina hacia el alquiler. En el caso de una excavadora hidráulica de 38 toneladas, con una obra de 10 meses y un mínimo de 176 horas mensuales, a una tarifa de entre 3% y 5,5% del valor de adquisición, la opción por arrendar es una mejor alternativa.
Pero la tarea no se reduce a que las empresas contratistas tomen las decisiones. Las compañías de alquiler tienen algo que decir, y está en ellas la tarea de comunicar los beneficios a sus clientes, tanto monetarios como de productividad, influyéndolo positivamente desde la fase inicial del proyecto, conociendo íntegramente sus necesidades y hablando su mismo idioma. Fuente: Volvo