Gobierno invirtió 60 millones de dólares en draga de Administración de Puertos sin recurrir a crédito externo
En el marco de la ceremonia de bautismo de la draga D11 “21 de Julio”, el presidente de la Administración Nacional de Puertos (ANP), Alberto Díaz, destacó que el proyecto demandó una inversión de 60 millones de dólares sin necesidad de recurrir a financiamiento externo. Medio centenar de empresas nacionales de distinto porte estuvieron involucradas en esa embarcación, que cuenta con tecnología de última generación.
“En 2005 se planteó la necesidad de construir una draga para la ANP y desde el primer momento creímos en ello como complemento con el sector privado. Eso está contemplado en el Plan Maestro 2035", indicó Díaz este miércoles 27 en el puerto de Montevideo, en el marco de la ceremonia de bautismo de la draga D11 21 de Julio, perteneciente al organismo.
Además de Díaz, participaron del acto el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Ernesto Murro; el subsecretario de Transporte y Obras Públicas, Jorge Setelich; el ex presidente de la República José Mujica y ejecutivos de la firma holandesa Royal IHC, constructora de la draga, liderados por su presidenta, Belle De Bruin. También asistieron jerarcas de empresas públicas, representantes del PIT-CNT y de la comunidad portuaria.
La draga, cuyo nombre evoca el Día del Trabajador Portuario, comenzó a construirse en mayo de 2017 y demandó al organismo una inversión de 60 millones de dólares, para la que no fue necesario acceder a financiación externa, apuntó Díaz.
El buque mide 91 metros de eslora (longitud), 18 de manga (ancho) y asegura una capacidad mínima de 4.200 metros cúbicos de cántara.
La draga, de última generación, es de succión por arrastre, es decir, remueve el material del fondo a través de tubos de aspiración mediante la succión provocada por bombas centrífugas, lo almacena en el mismo barco y lo descarga en un lugar asignado.
El proyecto se caracterizó por ser el primero, en los más de 400 años de la empresa, en que los componentes del buque se construyeron en forma simultánea en dos países: la proa y la popa, en Holanda, y la cántara y la casillería (donde se encuentra el puente de mando), en Uruguay. Las piezas fueron ensambladas en el astillero del Servicio de Construcciones, Reparaciones y Armamento de la Armada, ubicado en el barrio montevideano del Cerro.
Precisamente, Díaz señaló que el buque fue construido según las especificaciones establecidas por el organismo en cuanto a sus dimensiones, para que pudiera ingresar sin dificultades para mantenimiento o reparación en el dique de la Armada, que tiene una compuerta de 18,63 metros de alto y 118 de largo.
La construcción de la draga involucró una red de 50 empresas, proveedoras locales de la firma europea en varias áreas de la actividad, como acondicionamiento centralizado de aire, electricidad, informática, mobiliario, entre otros. La integraron, además, desde metalúrgicas consolidadas, como CIR, hasta una pequeña cooperativa autogestionada por sus trabajadores.
Díaz dijo a la Secretaría de Comunicación Institucional que la ANP quiere poner a trabajar la embarcación en abril, en un régimen anual, en distintos puntos, como los accesos a las dársenas 1 y 2 del puerto de Montevideo y el canal que conduce a la refinería de Ancap, en La Teja, en donde ya realizó pruebas de dragado satisfactorias.
La ANP cuenta con otras dos dragas, la D7, también construida por Royal IHC, pero hace 50 años, y la D9. “La idea es que siempre haya dos dragas en servicio y una tercera en reparación o pronta para estar en servicio, no las tres dragas trabajando a la vez”, señaló.