Informe: el sector forestal en Uruguay
Las exportaciones del sector forestal (madera, celulosa y papel) representan el 17% del total de las exportaciones de bienes del país y han mostrado un notable dinamismo en los últimos años. Uruguay dispone de un marco jurídico estable y propicio para la inversión en el sector forestal, y de un código nacional de buenas prácticas forestales para el logro de una producción sostenible, atendiendo los requisitos de la demanda internacional[1].
Las empresas forestales tuvieron una importante participación en la Inversión Extranjera Directa total en Uruguay. Entre 2004 y 2013 la IED acumulada en silvicultura, producción de madera, productos de madera, papel y la construcción de las plantas de celulosa, superó los US$ 4.000 millones (la inversión en las plantas de celulosa representó algo más del 70% del monto total).
En Uruguay existe un adecuado marco normativo que beneficia al inversor; tanto en las normas de carácter general para todos los sectores, como en las específicas para el sector forestal. Las plantaciones y demás actividades vinculadas la actividad silvícola están reguladas por la Ley Nº 15.939 de 1987 (“Ley Forestal”), decretos regulatorios y posteriores modificaciones. Esta ley declara de interés nacional la defensa, el mejoramiento, la ampliación, la creación de los recursos forestales, el desarrollo de las industrias forestales y, en general, de la economía forestal.
La política forestal seguida por Uruguay para el desarrollo del sector, conjuntamente con la gran experiencia de sus principales empresas ha asegurado un manejo forestal sostenible. En efecto, prácticamente toda la producción forestal uruguaya y sus industrias han sido certificadas por las dos principales certificadoras a nivel global: FSC (Forest Stewardship Council) y PEFC (Program for the Endorsement of Forest Certification).
Uruguay está avanzando en la promoción y el desarrollo de construcción en madera, lo que genera espacios para nuevas empresas que apunten a producir insumos para esta actividad. En el país existen importantes oportunidades para la instalación de industrias que logren un mayor agregado de valor a la madera. La gran oferta de madera de pino es un gran atractivo para la instalación de empresas de primera y segunda transformación mecánica.
En Uruguay existen aproximadamente 1.840 empresas vinculadas al complejo forestal, según datos del Banco de Previsión Social (BPS). De éstas, el 92% son micro y pequeños emprendimientos con menos de 20 empleados.[2] El personal ocupado en el sector alcanza a aproximadamente 16.000 trabajadores. Esta cifra no incluye los empleos indirectos que genera el sector, que abarcan actividades de transporte y logística, así como servicios conexos.
Generación de energía a partir de recursos forestales
La generación de energía a través de subproductos forestales (biomasa forestal y subproductos de la transformación mecánica y química), ha cobrado relevancia y posee una importante perspectiva debido al aumento de la oferta de materia prima y a políticas de Estado en la materia. En 2014 el 6% de la energía eléctrica generada para satisfacer la demanda del país, tuvo como origen residuos de biomasa.
Cabe mencionar además que, gracias a la actividad de Montes del Plata y las inversiones concretadas en parques eólicos, la potencia instalada de fuentes renovables no tradicionales (excluyendo hidráulica) pasó de tener una participación de 10% sobre el total en 2013, a 25% en 2014[3].
Exportaciones: un sector con un importante dinamismo
Las exportaciones del sector forestal mostraron un notable dinamismo en los últimos años. Este aumento estuvo fuertemente asociado a la instalación de las plantas de celulosa de UPM y Montes del Plata, que permitieron un agregado importante de valor a parte de la madera producida, lo que introdujo un salto en las colocaciones del sector desde 2008.
En 2014 las exportaciones del complejo forestal (madera, productos de madera, celulosa, papel y cartón) se ubicaron en casi US$ 1.230 millones, lo que representó 12 % del total exportado por el país[4]. Además, esta cifra significó un crecimiento de 19% respecto al año anterior. A octubre de 2015 las ventas externas del sector ya alcanzaron los US$ 1.270 millones.
Para el cierre de 2015, se espera que la celulosa se convierta en el segundo producto de exportación de Uruguay, luego de la carne bovina. En los primeros diez meses del año, las ventas externas de celulosa ya superaron los US$ 1.000 millones y se espera que lleguen a US$ 1.250 millones a diciembre. Las exportaciones de todo el sector tendrán una participación de 17% sobre las exportaciones totales de bienes del país.
[1] En 2004 fue aprobado el Código Nacional de Buenas Prácticas Forestales, elaborado por un grupo de trabajo integrado por la Dirección General Forestal, la Inspección General del Trabajo y la Seguridad Social, la Dirección Nacional de Medio Ambiente, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, el Departamento Forestal de la Facultad de Agronomía, la Asociación de Ingenieros Agrónomos del Uruguay, la Asociación de Empresas Contratistas Forestales del Uruguay y la Sociedad de Productores Forestales. Disponible en: http://bit.ly/1iLl5tl.
[2] Fuente: Uruguay XXI en base a BPS.
[3] Fuente: Informe anual del mercado eléctrico 2014, ADME.
[4] Nota: En el total exportado se consideran todas las ventas desde territorio nacional. Por ende se incluyen las exportaciones desde Zonas Francas de: productos farmacéuticos, concentrado de bebidas de PepsiCO y celulosa.
Fuente: Uruguay XXI