Se inauguró terminal de celulosa de UPM en el puerto de Montevideo
El presidente Luis Lacalle Pou encabezó este 5 de octubre la ceremonia de apertura de la terminal portuaria de UPM y remarcó que la inversión demuestra que Uruguay respeta los contratos y las leyes, procura el desarrollo productivo y es un lugar apropiado para futuros negocios por su estabilidad política. El nuevo servicio, cuyo costo fue de 280 millones de dólares, recibirá 100 barcos al año y seis trenes diarios.
El mandatario estuvo acompañado por el secretario y el prosecretario de Presidencia, Álvaro Delgado y Rodrigo Ferrés, respectivamente; los ministros de Transporte, José Luis Falero; Industria, Omar Paganini; Interior, Luis Alberto Heber; Economía, Azucena Arbeleche; Trabajo, Pablo Mieres; Ganadería, Fernando Mattos; Defensa; Javier García; Turismo, Tabaré Viera, y Vivienda, Irene Moreira; la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, y el presidente de UPM, Jussi Pesonen, entre otras autoridades del Gobierno y el sector privado.
Lacalle Pou mencionó algunos hitos que posibilitaron la inversión internacional, tales como la ley forestal, la de puertos, el tratado de protección de inversiones con Finlandia y la nueva planta de UPM en el pueblo Centenario, que se inaugurará en poco tiempo.
“La continuidad son las políticas nacionales. Hoy celebramos una continuidad enderezando caminos y cambiando algunas cosas en una negociación civilizada con UPM”, afirmó.
En la oportunidad, el presidente de la República celebró que continúen llegando inversiones al país y consideró que es un logro con base en las políticas a largo plazo, el respeto por los contratos y leyes, pero, principalmente, la calidad de la sociedad uruguaya. Asimismo, valoró que las empresas nacionales se prepararan para desarrollar este tipo de obras y que miles de trabajadores uruguayos se adaptaran a las nuevas tecnologías.
“Este momento habla del mejor Uruguay, del que pasó y sobre el que tenemos que pararnos para seguir construyendo”, subrayó Lacalle Pou, quien señaló la importancia de seguir con el proceso industrial y preparando a la población, como sucede en la UTEC en Fray Bentos, en la que se creó un círculo virtuoso entre la empresa y la educación.
“Diferencias políticas e ideológicas bien genuinas siempre habrá, pero hay una síntesis nacional, que es lo que nos hace grandes, y en una región tan turbulenta Uruguay se convierte una vez más en un lugar para que lleguen inversiones y se generen más oportunidades”, aseveró.
Por su parte, el ministro Falero remarcó que es un día especial, porque representa la imagen que brinda el país y demuestra cómo convierte las inversiones en políticas de Estado.
“Marca una posibilidad real de desarrollo en la generación de oportunidades para nuestra gente. Para que eso suceda, no basta con dar continuidad a la política de Estado, sino que es necesario que en el exterior nos vean como un país atractivo para aterrizar estas inversiones. Esto es lo que sucedió aquí”, manifestó el jerarca, quien valoró el crecimiento de las empresas nacionales para dar respuesta a las exigencias de UPM.
“En Uruguay las cosas son posibles. El Estado marcó claramente la política internacional siendo aperturista. Esperamos terminar el proceso con una obra ferroviaria para adecuar la red a las nuevas tecnologías que se incorporarán al país, lo que brindará desarrollo en otras ramas ferroviarias. Es una oportunidad que Uruguay no desaprovechó, porque quiere desarrollarse y demostrar que tiene las puertas abiertas para el crecimiento”, aseguró.
Finalmente, Jussi Pesonen consideró que esta obra es clave en el crecimiento de Uruguay y el resultado de un camino de más de tres décadas, basado en la confianza, la estabilidad y la previsibilidad.
“Uruguay es un socio ideal, por ser serio, confiable, con reglas y marcos legales claros, con estabilidad política y económica, apoyo a inversiones y fuerte desarrollo de las empresas nacionales que aumentaron en diez veces los números de contratos en esta obra”, expresó el presidente de UPM.
Características de la plataforma logística
La construcción de la terminal en el puerto Montevideo, con acceso directo por ferrocarril desde la planta en el pueblo Centenario, insumió una inversión de 280 millones de dólares y lo transformó en el único puerto de aguas profundas en el Río de la Plata con estas condiciones.
El servicio se diseñó y construyó con base en las mejores técnicas disponibles, acorde a la normativa europea y nacional, con los mismos criterios de diseño industrial en todas las ramas de la ingeniería (mecánica, eléctrica, instrumentación, automatización, etcétera). Incluye un amplio depósito de 51.000 metros cuadrados techados, con vías de ingreso para el ferrocarril, sala de control, espacios logísticos y oficinas.
Fue edificado en 37 meses, con una mano de obra de más de 550 trabajadores y la participación de 90 proveedores, incluyendo contratistas. La capacidad de acopio es de 200 millones de toneladas de celulosa al año. El alcance de la concesión abarca diseño, ingeniería, construcción, operación y mantenimiento de la terminal para celulosa, productos químicos y otros insumos relacionados con la producción forestal por un período de 50 años. El área del puerto es propiedad del Estado y será gestionada por un operador especializado.