UTFU: Tengamos la fiesta en paz
A la hora de redactar esta nota se viene desarrollando la zafra de los cultivos de invierno 2018, luego de una previa bastante caliente donde se sofocó ese principio de incendio con un acuerdo entre los distintos actores de la cadena agroindustrial del país.
Las diferencias se sanearon luego de intercambios varios en los que una vez más salieron viejos temas a relucir. Los transportistas no pueden seguir pagando con su negocio las ineficiencias o los problemas del otro actor en esta cadena, ni tampoco seguir bancando los negocios de intermediación de otros ya sean los acopios y molinos u otros “logísticos” tan de moda hoy.
Como dice el refrán “el que quiera pescado que se moje”. Esto no va en contra de aquellos transportistas que captan mayor volumen y lo trabajan con otros fleteros, esto es para aquellos que desde un teléfono y sin importar lo que le pueda pasar al camionero, le ponen una tarifa y se llevan una parte de la torta, tal vez la más dulce, sin sacrificio y sin trabajar codo a codo con el transportista. Por el contrario, si los apurás, se van para el otro lado.
Ahora bien, el acuerdo es por la zafra del trigo, cebada y colza, y no incluye en los precios acuerdo alguno por lo que tiene que ver con bolsones y viajes planta-puerto, y aquí está la gran discusión nuevamente.
Todo aquel que piense que el transporte se va a seguir manejando como hasta ahora se equivoca, estamos ante una transformación de la matriz del mismo y hay que prepararse para esta.
Los viajes no serán como hoy, la complementariedad está cada día más cerca, las barcazas que hace unos años se veían como algo lejano hoy sacan unos cuantos cientos de viajes al año de camión, si no son miles, solo basta con ver el movimiento desde Paysandú a Nueva Palmira donde ya no bajan más, ni de ahí ni tampoco de Salto, etcétera, y ahora se sumará el puerto de Fray Bentos.
Y no olvidemos lo que será el tren que viene para UPM. ¿Cuánto tiempo creen que pasará para que la producción-agroindustrial se transporte por este medio? No nos quedemos a esperar, al igual que hicimos con las barcazas, que no nos sorprendan. El transporte cambiará y con ello la ecuación del negocio: ¿menos kilómetros, más horas? En fin, esto sin lugar a dudas impactará directamente en el trabajo y en algunas actividades en particular. Pero eso no significa que sea una catástrofe, en el mundo esto existe aunque ciertamente con otras distancias.
El camino parece inexorable, de la prescindencia del camión estamos lejos, todavía así debemos prepararnos para los cambios, y de paso en esta zafra, que es cada vez más corta (es una muestra de los cambios producidos por la tecnología en el campo), trabajemos -como es norma- con las precauciones que debemos tomar, y como decía un carnicero del barrio, “tengamos la fiesta en paz”.
La directiva de UTFU desea a todos sus asociados, colegas y transportistas en general, un feliz y venturoso año 2019!!!
