Nos fuimos a conocer Palmar en INTERTUR

Montevideo - Dolores, es la principal línea regular de la empresa Intertur, pero también cuenta con otros servicios desde Mercedes, a Colonia y Dolores. El servicio menos conocido de la empresa parte desde la capital de Soriano y tiene como destino, Palmar, un hermoso lugar poco conocido.

Este servicio está abocado a los funcionarios de UTE que trabajan en la central hidroeléctrica, y los pobladores de Palmar que viajan a la capital del departamento.

En plena Semana Santa, decidimos conocer Palmar y, como no podía ser de otra manera, viajamos en ómnibus.

EL VIAJE: Un servicio de calidad

El inicio del viaje es en la terminal de Mercedes que cuenta con un shopping; el mismo incluye varios locales comerciales, baños en impecables condiciones y algunas pocas opciones gastronómicas.

Los espacios de ventas de pasajes de las empresas de ómnibus son amplios, en el caso de Intertur fuimos amablemente atendidos.

La distancia entre la capital de Soriano y Palmar es algo más de 70 kilómetros, un poco más de una hora.

La unidad en la que viajamos es el interno 58, una de las unidades que también realiza el servicio a la capital, un Scania Marcopolo Paradiso G7, en óptimas condiciones.

Andrés Rocha es el conductor, quien tuvo varios años vinculado al sector del turismo y en Intertur, realiza diferentes servicios.

Salimos desde Mercedes con unos 10 pasajeros, en el camino se suma alguno más, pero la unidad nunca llega a la mitad de sus butacas ocupadas.

La mayoría de los kilómetros de esta línea son realizados por la ruta 14 que está en óptimas condiciones; las recientes lluvias han dejado un paisaje color verde intenso. La cosecha del maíz está comenzando y todos se preparan para una imponente actividad, por los buenos “rindes” de la soja.

Cerca de la primera hora de viaje, abandonamos la ruta 14 y tomamos la ruta 55 hacia Palmar, aquí la ruta se encuentra en un estado regular.

El paisaje al costado de la ruta va cambiando, la forestación se va haciendo presente; nosotros, con una temperatura ideal, seguimos disfrutando del viaje.

Un lomo de burro y un cartel nos anuncian la llegada al Palmar; el recorrido paralelo a la ruta por una calle del pueblo, nos recibe con saludos por parte de los vecinos, que esperan a algunos pasajeros.

Una hora y quince minutos desde la salida en Mercedes, llegamos a la agencia de Intertur en Palmar; allí, el agenciero Richard Sosa, recibe las encomiendas.

Desde la agencia se divisa parte de la represa; Andrés, conductor de Intertur, revisa la unidad para volver a la capital de Soriano, mientras nosotros nos quedamos para conocer Palmar.

PALMAR: Conectarse con la naturaleza para despejarse 

Nuestra visita a este centro poblado es en plena Semana de Turismo, lo que significa que el lugar está “invadido” por turistas que ocupan gran parte del camping, del hotel y las opciones de alquiler de propiedades que allí existen.

A pesar del inusual movimiento, la tranquilidad domina sus calles; algunos vecinos que están recibiendo visitas, nos hablan de la paz del lugar, algo que vamos comprobando a cada paso.

Nos sorprende que, por estas fechas, algunas casas están vacías; muchos de los vecinos que allí viven están relacionados a UTE y se encuentran desempeñando sus labores.

Para quienes gustan de la pesca, la represa es un lugar ideal, y para quienes gustan de los deportes acuáticos, el lago frente al pueblo es el punto elegido.

Para quienes buscan paz y tranquilidad en un ambiente de pueblo, vale la pena conocer este lugar.

Represa hidroeléctrica Palmar: Pensada por casi 80 años

La generación de energía de la central hidroeléctrica comenzó el 21 de octubre de 1982, pero la planificación comenzó en el año 1904. 

En el año 1976 se abrió la licitación para la construcción de la obra; la empresa constructora brasileña Mendes Junior S.A. fue la adjudicataria de la obra civil y la francesa Alsthom proporcionó los equipos eléctricos, los alternadores y la infraestructura necesaria para poner en marcha la represa. La construcción comenzó en 1977 y con ella, las viviendas para el personal jerárquico, obrero y de servicios que trabajaron en la misma.

Dado que fue inaugurada durante el gobierno cívico-militar (1973-1985), recibió inicialmente el nombre de "Represa 9 de febrero de 1973", fecha de emisión del Comunicado N.º 4 por parte del Ejército y la Fuerza Aérea, que terminaría en el Acuerdo de Boiso Lanza, antecedente del golpe de Estado del 27 de junio de 1973. Por la ley N.º 15.769 del 16 de septiembre de 1985, se cambió el nombre por el actual, "Constitución".