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Carlos Colman: “Hay gente que te dice que en la madera no se cuida, y eso es mentira”


19.07.2018
Carlos Colman: “Hay gente que te dice que en la madera no se cuida, y eso es mentira”

Ver camiones forestales con pocos años y bastante mal tratados es moneda corriente, las rutas y caminos en que circulan no son fáciles y eso le pasa factura a los vehículos. Más allá de que algunos camiones estén mejor que otros en el sector forestal, el P410 de Colman se destaca, no solo por su estado sino también por la gran cantidad de detalles.

La pasión por los camiones y el que sea conducido por su propietario pueden ser claves para entender por qué se destaca este camión ya que realiza la misma tarea que tantos otros.

Abuelo Juan es el nombre de la empresa de Carlos Colman, quien también era camionero al igual que su tío y su padre.

Ni empresario ni transportista, Colman se define como camionero y dice que lo suyo es pura pasión por el camión. “No sé hacer otra cosa, me gusta el camión y la pasión por el camión está intacta como el primer día”.

Junto a su impecable Scania P410 del 2016, Carlos Colman hace una parada y nos cuenta su presente y rica historia que comenzó a los 14 años. “Cuando tenía 14 años me inicié con los camiones con mi viejo y mi tío, primero de acompañante. No me gustó estudiar y arranqué a trabajar, anduve en Ford 1311 y 1414, Mercedes-Benz 1519, se hacía cargas generales, leña, piedras, agencia, etc.”

El transportista se muestra orgulloso de haber aprendido la profesión como antes. “A uno le enseñaron la profesión de otra manera, había que aprender a mecanear, hacer de gomero, a atar una carga. Yo para poder ser camionero dormí 5 años debajo de la zorra de mi viejo; primero eras acompañante y después si andaba bien te daban el camión”, recordó, a la vez que aseguró que “hoy vas, hacés una prueba en un módulo de una cabina, sacás la libreta y te dan un 410 para manejar”.

“La gente hoy aprende en este sistema de que todo es ya, que hay que andar y andar, antes había más compañerismo, no quiere decir que la gente de ahora sea mala, si no que ahora se aprende de otra forma”, reflexionó.

Sobre sus comienzos como dueño de su trabajo nos comentó que “en el 2013 le compré la mitad de un camión a mi viejo, y después él me cedió la otra mitad por lo que había trabajado, ahí me fui armando... Gracias a mi viejo y la gente de UPM en el 2015 me compré un Volkswagen 220, allí empecé a trabajar en la madera y luego con un contrato pude acceder al Scania”.

También le consultamos sobre la actualidad de su trabajo en la madera: “Estoy feliz del laburo que tengo, soy un agradecido, trabajo bien y me dan oportunidades, tengo tiempo para descansar, gano bien y voy pagando el camión”, afirmó, además de que explicó que “no me gusta el sistema del doble chofer porque no se cuida el camión. Al momento UPM no me ha exigido otro chofer, hago un viaje, me dan un descanso más el tiempo de retorno al monte y después cargo. Hay lugares que cargo día por medio pero a mí me sirve”.

Colman es optimista sobre las perspectivas de su trabajo para este año. “En 2017 se abrió el mercado del pino, más el eucaliptus que ya lo teníamos; pinta bien la cosa. Me parece que hay mejores perspectivas”.

Buscando identificar sus orígenes en cuanto a la pasión por su trabajo, Colman nos expresó que “mi abuelo y mi padre eran camioneros, es una pasión que se lleva en la sangre, muchos quieren viajes y más viajes, a mí además me gusta por ejemplo pulir las llantas”. Sobre el cuidado de los camiones en el rubro no dudó en afirmar que “hay gente que te dice que en la madera no se cuida, eso es mentira, para mí gusto hay muchos malos choferes y hay poca gente prolija. Yo llego a la estación de servicio a las 11 o 12 de la noche y espero a que se tranquilice para lavar el camión, estoy hasta las 2 de la madrugada lavando, pero no un día si no todos los días”.

Para finalizar, reflexionó sobre lo que ve en los montes. “En otros rubros hay más gente como uno pero en la madera es menos probable. Hay gente que no valora lo que tienen hoy en día, la gente lo ve el trabajo solo como un sueldo y la profesión se vino un poco abajo por eso, uno ve los camiones forestales y van perdiendo los pedazos”, culminó.