CVM presentó nuevos servicios
El Centro de Verificación Montevideo (CVM) está estratégicamente ubicado en la ruta 102, equidistante de las rutas más importantes como la 1, 5 y 8, en un espacio de 60.000 m2.
En la pasada EXPOCARGA la empresa estuvo presente y mostró sus nuevos servicios; para conocerlos, dialogamos con el Cr. Daniel Ualde, Gerente General de Supramar.
¿Cómo nace el Centro de Verificación Montevideo?
La empresa nace pensada para la verificación de cargas aduaneras con orígenes marítimos.
Antiguamente, cuando se decretaban canales rojos por parte de la Aduana, se concurría a las empresas y el personal aduanero, in situ, verificaba la carga.
Este procedimiento llevaba tiempo y era engorroso, porque las comodidades en todos los lugares, no eran las mismas.
La Aduana pensó un nuevo procedimiento más moderno a través de la implantación de un centro de verificación, con un staff de vistas aduaneros que tuvieran las comodidades para verificar todo lo necesario. Hace ya más de 8 años ésto ha venido funcionando muy bien y básicamente la operación logística de verificación aduanera ya quedó institucionalizada.
Todos han visualizado la facilidad y los beneficios que tiene, como la transparencia y reducción de costos, a la par de ser un proceso significativamente más ágil que el anterior.
Además de eso, el Centro de Verificación evolucionó dando otro tipo de servicios, al disponer de mayor espacio.
¿Qué otros servicios ofrecen?
Al contar con un espacio de 6 hectáreas buscamos complementar la verificación, con otros servicios vinculados a la logística de almacenamiento para carga nacional.
El grupo logístico Supramar, propietario de CVM, tiene decenas de años de experiencia en infraestructuras fiscales, zonas francas y puerto libre, pero en logística nacional no habíamos comenzado una operación estable, hasta hace 6 años.
En esa época comenzamos esta actividad con un depósito de 2500 m2, agregamos luego mayor capacidad desde otra locación, y ahora sumamos otros 7000 m2 en la ruta 102, con instalaciones muy modernas, AAA, apta para todo tipo de carga y empresas.
Además de eso, acabamos de construir una playa de 6500 m2 para el manejo de contenedores y un playón de estacionamiento y maniobras para amplias flotas de vehículos, para operar también con cargas nacionalizadas. Para esta área contamos con elementos de elevación, manipuleo, y toda la experiencia de Supramar en la materia.
De esta forma, el grupo está presente en las tres plataformas logísticas que tiene Uruguay; puerto libre, zona franca y logística para mercadería nacional y nacionalizada, brindando un completo abanico de servicios de almacenamiento, tanto de cargas como de contenedores.
¿Qué novedades tiene CVM para compartir en este momento?
Seguramente el próximo paso sea la verificación aduanera de canales terrestres. CVM se presentó a una reciente licitación de la Aduana para este servicio, y resultamos adjudicatarios.
Luego de cumplir ciertos procedimientos legales y contractuales, pasaremos a convertirnos también en un Centro de Verificación para ingresos internacionales por vía terrestre.
Esto conlleva muchas ventajas para todos los sectores intervinientes. Hoy las condiciones en los puestos fronterizos con Argentina y con Brasil, no son las mejores; están acotados en horarios y en personal para atender el tráfico creciente que existe en la región y por tanto se complejiza la revisación de los canales rojos en los mismos pasos de frontera. Hay falta de comodidades para una completa verificación, falta de personal disponible, demoras, creciente flujo y demanda de espacio y servicios, etc.
Con este nuevo servicio, los camiones llegan a frontera y según la decisión del transportista, lo puede verificar allí mismo, donde seguramente les lleve más tiempo, o dirigirse a CVM para la revisación aduanera. Ese camión que llega a nosotros además puede pernoctar y usar nuestras instalaciones para posibles fraccionamientos de carga a unidades de menor porte, con comodidades y seguridad para los choferes y la carga, etc.
Prevemos que las operaciones de entrega de carga y el propio uso de los vehículos tendrá mayor fluidez, y, porque no, una liberación ágil que redunde en más viajes internacionales
por mes, siendo ésto un beneficio directo para las empresas transportistas.