“El tema de la venta de combustibles en la frontera tendrá solución cuando sea aprobado el MERCOSUR”

Seguimos visitando las estaciones de servicio de nuestro país y en este caso nos fuimos hasta la ciudad de Rivera, donde conocimos a Pervincor S.A. que desde junio del año 2006 es concesionario de Petrobras. Su propietario Eduardo Rodino está vinculado al sector en esa zona del país desde hace 45 años y nos cuenta sobre su empresa y parte de su historia en el sector que es su pasión. 

De forma irónica cuando se le pregunta sobre la situación de la frontera en cuanto a la venta de combustible y las desventajas, asegura: “El tema tendrá solución cuando sea aprobado el MERCOSUR” (sic).

¿Qué recuerda de sus comienzos en Rivera?

Cuando vine a Rivera la ruta 5 no estaba hecha, era de balasto, llegar era toda una aventura en invierno, el diario llegaba con suerte, cuando el puente de Manuel Díaz no daba paso en invierno a veces había que esperar una semana, después estaba el Paso del Manco donde te podía agarrar otra semana y después en Durazno el Río Yí era igual. 

En el año 1969 llegué a Rivera desde Sauce, en Canelones, y comencé en una estación de combustible que había comprado mi hermano y un socio, los empleados de esa estación me fueron enseñando su profesión. En esos tiempos se “cambiaba” el gasoil por la nafta, o sea que desde Brasil venían a cargar gasoil y los uruguayos iba a cargar nafta al Brasil. 

Luego la compré junto a un socio de la estación de servicio y la razón social pasó a ser Rodino y Mignot; a comienzos de los ochenta compré la Shell de Rivera.

¿Cuáles han sido los mayores cambios en sus años de actividad en el sector? 

Las nuevas tecnologías que se han incorporado facilitan nuestro trabajo, a la vez que transforman todo en un mejor servicio a nuestros clientes. Todo en tiempo real, stock, entradas, salidas, turnos, informes, etc., la facturación computarizada es una garantía para los usuarios. 

La incorporación de la tarjeta Flota es una herramienta que le permite a las empresas que carguen combustible en cualquier estación del sello en forma cómoda y segura, centralizando los pagos en un solo lugar.

Con su experiencia en la frontera, ¿cómo está la situación para las estaciones de servicio?  

En tantos años en la frontera siempre pasó lo mismo, o vendés mucho o no vendés nada. A comienzos de los años ochenta en otra estación de servicio de otro sello, vendía 500.000 litros de combustible por mes, cuando se rompió “la tablita” en el año 1982 pasamos de un mes para otro a vender 50.000 litros.

Hoy hay que destacar el descuento del 24% en las naftas compradas con tarjeta, lo que nos ayuda un poco. Hay que brindar servicios para vender, nosotros entregamos combustibles a domicilio, lo que incrementa considerablemente las entregas en tiempos de frío. TC