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NICO DELGADO: “Con un solo camión vivía bien, luego empecé a crecer y me compliqué”


29.08.2017
NICO DELGADO: “Con un solo camión vivía bien,  luego empecé a crecer y me compliqué”

A la entrada de la Ruta 5 en Tacuarembó se aparecía el predio de Tradel Srl, la empresa de transporte de Nico Delgado. Su flota de camiones es variada, y hasta aún conserva su primer camión, un Fiat 643 que si bien está estética y mecánicamente modificado tiene su inconfundible ADN. También tiene otros más modernos como los Ford y Volkswagen, totalizando una flota de 6 unidades.

Si bien hoy tiene varios camiones en diversas actividades y la transportista está consolidada en el sector, su propietario está preocupado por la situación general.  “Antes, con un solo camión, vivía bien, luego empecé a crecer y me compliqué; los trabajos se pagaban bien y ahora hay veces que tenés que hacer algún viaje mal pago para que los choferes tengan su jornal”, aseguró, al tiempo que agregó que “a veces hay momentos en los que si le pagás a los choferes no te da para el gasoil y si pagás la patente no te da para el seguro”.       

Por su zona de influencia hoy trabaja bastante con la madera. “Estos no son trabajos muy rentables pero al menos te da para ir cumpliendo con los choferes y los impuestos, por que si te quedás viendo pasar los colegas por la ruta, marchás”, explicó.

La búsqueda de mayor rentabilidad es constante, por ejemplo cuando va con viajes de madera a Montevideo, a su regreso busca cargas para no volver vacío, así es que puede regresar con cargas tan variadas como vehículos cero kilómetro, fertilizantes o fierros.    

Cuando le consultamos sobre qué hacer dentro del transporte para obtener mayor rentabilidad en sus trabajos, Delgado nos comentó: “Uno siempre está pensando en qué hacer, pero ya está todo inventado. Intenté generar los fletes para mis camiones, compré madera para vender en los aserraderos al sur y me tropecé con los pagos y se me dificultó para cobrar”, recordó.     

Las complicaciones para conseguir choferes no le es ajena a Tradel Srl. “Han venido empresas con 40 o 50 camiones y se han llevado todos los choferes, ganan lo mismo pero andan en un camión nuevo”, señaló Delgado.

Además del trabajo con la madera, Nico conserva entre sus equipos la jaula de ganado y equipos para ir a las cosechas de  granos. “En el arroz los rendimientos fueron buenos pero meten muchas máquinas y llenan de camiones, hace 5 años atrás se hacían más de 40 viajes y ahora si hacés 20 viajes en dos meses quedás feliz”, indicó.

El transporte se ha reconvertido y constantemente hay que estar buscando alternativas para poder sacar mayor rentabilidad a cada viaje, esa lucha constante para las empresas pequeñas de transportistas genuinos es cada día más difícil, sin embargo, como tantos camioneros de alma, Delgado sigue adelante y tratando de mejorar sus vehículos.             

La escuela de la calle

La falta de entusiasmo de un adolescente por estudiar y tener un padre con camiones fueron razones suficientes para que en 1983 abandonara los estudios. 

Así se marcó su futuro entre los fierros aunque seguramente, y al ver los sacrificios de su padre, supo desde el primer día que esto de los camiones no sería nada fácil.  

Welker, su padre, y ya con la decisión de su hijo de dejar los estudios, con 17 años lo puso a trabajar en un Mercedes-Benz 1313 con jaula de ganado. Ese fue el inicio de Nico en el transporte y así estuvo durante 7 años.              

Esos tiempos de inicios, aprendizajes y nuevas experiencias fueron motivando a Delgado a formar su propia empresa, una idea que siempre le había rondado en su cabeza. 

La instrucción que no quiso tener en las aulas, la tuvo en la escuela de la ruta, en ella fue aprendiendo de los choferes más veteranos como se hacía antes. Si alguien no sabía algo se lo preguntaba al más experimentado, algo lógico pero que ahora no es tan común.

En su propio camino

Ya entrada la década del 90, un FIAT 643 N1 del 65 fue el inicio para que Delgado comenzara a independizarse, y desde allí además de camionero fue empresario, de esos que andan arriba del camión.

Durante esa nueva etapa el transporte de ganado fue parte fundamental, eran tiempos en los que con un solo camión se vivía bien. 

Al tiempo, perdió el trabajo que tenía con el Frigorífico Tacuarembó, pero eso lejos de desestimularlo, lo hizo adaptar, transformando sus equipos para cargar lana, madera y granos. 

Sus ganas de superarse siempre estuvieron presentes en esos inicios, así fue que llegó el segundo camión hasta comenzar a comprar unidades cero kilómetro.

Conocer bien su profesión le permitió desde un inicio ser mecánico, electricista y hasta gomero, lo que incluso le permitió sortear la crisis del 2001 dado que sus costos eran muy bajos.