Calebus: Transporte en familia
* Fernanda, Luis y Gastón Cabrera
Conocimos la historia de Luis Cabrera, quien desde hace más de 20 años realiza el servicio entre Tacuarembó y Tambores, y hoy abrió camino a sus hijos para llevar adelante la empresa en la que desarrolló la mayor parte de su vida profesional.
La localidad de Tambores se encuentra en el límite de los departamentos de Paysandú y Tacuarembó, a unos 40 kilómetros de esta última ciudad, sus más de 1500 pobladores cuentan con dos escuelas, un liceo, una sucursal bancaria, policlínica pública y privada, un complejo deportivo, pero carecen de estación de servicio y farmacia. Una de las opciones que tienen para trasladarse son los ómnibus de Calebus, los que ya son parte del pueblo.
A la hora exacta de salida el transporte se detiene para que suban los pasajeros, todos saludan, alguno le cuenta al personal del ómnibus sobre las diligencias que tiene que hacer y otros se arriman para hacer un encargue a la capital departamental. Por 21 años, esa es la rutina de la empresa que comenzó Luis Cabrera- a quien conocen como el Pato- uniendo Tambores con Tacuarembó.
El ómnibus de Cabrera siempre salió desde Tacuarembó pero en Tambores juega de local. “La gente de Tambores es especial, para mí es una gran familia, me conocen todos y conozco a todos, podés fiar boletos sin problemas”, nos expresó el transportista.
Hoy Luis Cabrera ya no maneja el ómnibus, la segunda generación -sus hijos Fernanda y Gastón- ya se ha incorporado a la empresa como para seguir en familia. Su hijo es quien actualmente conduce el ómnibus de línea, “desde chico me gustaba el ómnibus; empecé haciendo las suplencias del guarda” nos comentó. En el caso de Fernanda, ella es quien se ocupa de la parte administrativa, corriendo entre los bancos y entes para estar al día con las obligaciones correspondientes.
Luis Cabrera trabajó durante años en la cooperativa COPAY, pero en el año 1993 comenzó a escribir su propio camino con CALEBUS haciendo la línea Tacuarembó-Tambores, con tres turnos de ida y tres de vuelta que duran cerca de una hora cada uno. “En el primer turno hacia Tambores viajan profesores, maestros y estudiantes, y en el regreso viene a Tacuarembó la gente del pueblo a realizar compras y trámites; a la tarde se da a la inversa”.
Las bodegas del ómnibus de línea son amplias, llevan de todo, electrodomésticos, bolsas de raciones, hasta algún sommier, entre otras tantas cosas. Los pedidos más pequeños como los de farmacia son diarios.
Dialogando sobre temas de actualidad con la familia nos explicaron que la empresa cuenta con el fideicomiso del combustible y los boletos gratuitos de los estudiantes que le pagan a la empresa, las que juntas son las herramientas más importantes para poder mejorar la flota. “Con el fideicomiso compramos un Volvo a la empresa Agencia Central y luego compramos otro que era de Nossar para la línea”.
Sobre la renovación nos explicaron que “para una empresa chica es difícil llegar al cero kilómetro, nosotros aspiramos a tener un ómnibus con 6 o 7 años para ser más competitivos, tanto para mejorar la línea como los viajes de turismo”.
La firma además de tener el servicio de línea por más de 20 años, supo realizar varios viajes de turismo y excursiones. “Con la parte de turismo hicimos muchos viajes desde Tambores hacia las termas y al Padre Pio, también trabajamos haciendo líneas para otras empresas; ahora nuestro ómnibus de turismo ya no tiene permiso para salir del departamento, por eso pensamos mejorar ese aspecto porque sabemos que tenemos gente que nos sigue”, concluyeron.