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Transporte de Pasajeros

“El tema de las pedreas a los ómnibus está instaurado en todo el país”

Augusto Victorica, presidente de ANETRA:

24.07.2014
“El tema de las pedreas a los ómnibus está instaurado en todo el país”

* DIRECTIVOS DE ANETRA: Dr. Guillermo Caraballo, Júpiter Bagnasco, Augusto Victorica.

 

Las pedreas a los ómnibus -casi inconscientemente- estaban instauradas en las cabezas  de todos como un problema que se daba de manera exclusiva en los accesos de Montevideo, pero desde hace años esta situación -que preocupa profundamente a las empresas de transporte- se ha ido expandiendo a otras partes, puesto que no solo llegan denuncias de la capital, sino de todo el país. Augusto Victorica, presidente de ANETRA, dialogó con Transporte Carretero sobre este tema y advirtió de la gravedad de la situación ya que lejos de mermar, se ha transformado en una amenaza creciente en todas partes.

No es la primera vez que en la revista publicamos informes sobre esta situación, donde se producen atentados a las unidades de transporte público. 

Hace unos años la noche y los accesos a Montevideo se relacionaban directamente con estos hechos, y en contadas ocasiones podía haber algún que otro acto aislado en otra parte, pero hoy la realidad es otra, a plena luz del día y en cualquier ruta o ciudad del país las diferentes empresas vienen sufriendo esta contrariedad.

Conocemos casos en que los pasajeros hacen juicios a las empresas por ser víctimas de pedreas en los ómnibus, pues aducen que quedan con secuelas, con importantes heridas sicológicas y físicas de las que nunca se podrán sobreponer. 

La mayor tragedia sucedió hace ya más de 14 años -en el año 2000- cuando se tuvieron que lamentar víctimas fatales y existieron personas con secuelas graves por el resto de sus vidas. En la noche del 7 de abril del año 2000 dos individuos arrojaron una baliza desde el puente de Carlos María Ramírez -en los accesos- sobre un camión de Conaprole que ingresaba a la capital, éste perdió el control de la unidad, cruzó el cantero e impactó de frente con el ómnibus de la empresa Pulman General Belgrano con destino a Buenos Aires, con las consecuencias antes mencionadas.

Luego de ese acto delictivo, fueron creciendo las pedreas y los elementos colgados de los puentes para romper los parabrisas, ya no para robar a las unidades detenidas sino por quién sabe qué razón. La realidad es que nadie tiene a ciencia cierta qué es lo que lleva a los niños, jóvenes e incluso adultos a perpetrar estos actos.     

Anetra es una de las asociaciones que viene buscando una solución a este tema, y al respecto dialogamos con su presidente Augusto Victorica.

¿Han bajado las pedreas a las unidades de transporte?

Es el tema que más nos preocupa ya que las pedreas se vienen agravando sustancialmente, recientemente en la ruta 8 en la zona de Villa García, donde colocaron lomos de burro a raíz del trágico accidente, los ómnibus pasan despacio y son blanco más fácil; hace poco una de las unidades que sufrió un atentado recibió un objeto contundente que entró por una ventana, atravesó el pasillo y salió por la venta del otro lado del coche. 

El tema de las pedreas está instaurado en todo el país, hay atentados en lugares tan distantes como frente a la fábrica de portland de Paysandú, Cardona, Santa Catalina, Las Piedras, Toledo, Suárez, etc.

¿Hay conciencia en las autoridades de la gravedad de estos actos?

Creo que no se tiene real conciencia del tema, nosotros corremos un riesgo de vida gravísimo por los pasajeros que llevamos ya que si la piedra le pega al conductor las consecuencias pueden ser tremendas. 

Recientemente a una empresa de Canelones le apedrearon el coche y la piedra le pegó cerca de la cien del conductor, quien se mareó y casi se fue para fuera de la ruta pero antes logró detener el ómnibus, fue asistido por los pasajeros y podría haber sido una desgracia. 

Ese riesgo no se está siendo teniendo en cuenta por las autoridades o los jueces porque si un conductor pierde el control del ómnibus lleva más de 40 vidas. Esto es un círculo vicioso sin solución ya que atrapan a los menores, se los entregan a los padres y a los 15 días vuelven a hacer lo mismo. Es un tema donde se está poniendo en riesgo la vida de muchas personas. 

El director de la Policía Comunitaria se ha estado reuniendo con nosotros en las comisiones de seguridad del Ministerio del Interior, está intentando hacer un trabajo a nivel de Policía Comunitaria en los barrios para tratar de concientizar a los menores sobre estos actos, convenciendo a los padres. Nos da la sensación que la Policía no tiene suficiente personal para hacer esta tarea a fondo, es una tarea en la cual hay que invertir muchas horas-hombre para tratar de educar.     

¿Cuál puede ser la solución posible para bajar este tipo de actos delictivos?

En algún momento en la zona de Ciudad del Plata había una jueza que cuando le llevaban a los menores que atentaban contra los ómnibus, llamaba a los padres y les decía que debían hacerse cargo del costo de los vidrios que sus hijos habían roto, se los hacía pagar en varias cuotas. 

El tema era que el niño tomara conciencia de que ese hecho valía plata y de que los daños que provocaban debían pagarlos sus padres con esfuerzo. Con esa medida en Ciudad del Plata bajaron los atentados a los ómnibus entre un 50% y 60%.  

El otro método efectivo es que haya personal de la Guardia Republicana vigilando, incluso nosotros hemos colaborado con Policía Caminera aportando combustible para escoltar a varios ómnibus desde Plaza Cuba cuando circulan por los accesos, pero eso no se puede aplicar en todo el país. 

Habrá que educar desde la escuela, hay que tomar medidas muy serias porque esto se viene agravando en todo el país. Se debe hacer que las penas sean más severas y que se responsabilice a los padres, hay que modificar artículos del Código Penal para tomar en cuenta que un atentado a un vehículo de transporte se transforme en un delito grave, esa puede ser otra solución.

¿Qué nos puede decir sobre el costo que implican estos actos para las empresas?

Es muy importante, esto es un costo agregado que no está previsto en la tarifa ya que no solo es el valor del vidrio o del chapeo de la unidad, el ómnibus queda parado, hay que agregar otro ómnibus o en ocasiones contratar otra unidad. 

En días de mayor movimiento de pasajeros se puede complicar mucho para sustituir esa unidad, resulta todo un trastorno para el tráfico de cualquier empresa.