Juan Delograsi: “Prefiero el ómnibus que al camión porque sé cuando voy a estar en mi casa”
En Juan Lacaze y con 15 años empezó a manejar en un De Soto. En 1995 comenzó haciendo zafra en la zona de Colonia y en el 2000 arrancó en el transporte internacional hasta el 2012.
Formó parte en el mundo del camión de empresas como MB, Noble y Taglioretti Transportes, con las cuales y sobre todo recorrió gran parte de Argentina.
Después comenzó a trabajar en Cía. de Ómnibus Colonia para trasladar personal a Montes del Plata cuando ya el fuerte de la obras había culminado.
Desde enero del 2013 se subió al ómnibus para trabajar y estar más cerca de su familia en Juan Lacaze, ya que antes trabajaba en el transporte internacional, actividad que lo dejaba fuera de su casa muchos días al mes.
Con el transportista dialogamos sobre el cambio del rubro y su experiencia.
La decisión de bajarse del camión
“Una vuelta, luego de un viaje en que llegué a Montevideo un viernes, en la empresa me dijeron que me llevara el camión porque el lunes cargaba en Buenos Aires”, recordó Delograsi, quien Ilusionado con pasar tres días en su casa salió de la empresa rápidamente, pero antes de llegar al peaje lo llamaron para visarle que había salido un viaje urgente hacia Salta. “Me volví, cargué y salí para Argentina. Por esos días había cortes de ruta y estaban las inundaciones del Tartagal”. El viaje, que lo iba a alejar una semana de su casa, lo tuvo fuera 20 días.
Así, en el 2012 el transportista decidió dejar de trabajar en el camión para estar más tiempo en su casa con su familia. “Así fue que conseguí trabajo en el ómnibus. Lo bueno es que ya tenés tu semana programada, uno ya sabe que salís a las 6 de la mañana de tu casa y a las 6 y media de la tarde ya estás de vuelta”, explicó. Ahora de lunes a viernes tiene de efectivo una Mercedes-Benz Sprinter y en ocasiones desempeña su labor en un Volare para el traslado a la papelera.
El cambio del camión al ómnibus
“Con el camión conocés más lugares y más gente, ves de todo, hacés amigos y otros no te dirigen la palabra”, expresó.
Después de varios años arriba del camión, el cambio para el transporte de pasajeros no es fácil. “Es diferente, en el camión te manejás vos y en el ómnibus te manejan, uno con gente no puede ir parando donde querés, si tenés que ir al baño te las tenés que aguantar. Como todo, tiene cosas buenas y malas, igual prefiero el ómnibus porque sé cuando voy a estar en mi casa”, sentenció.
El interno 33 de Compañía de Ómnibus Colonia fue el primer coche que le tocó manejar llevando personal a Montes del Plata. Hoy, algunos fines de semanas también realiza excursiones de la empresa que es otro trabajo totalmente diferente al que realizaba en el camión. “El 100 % de la gente que me ha tocado en las excursiones ha sido excelente, nunca tuve una complicación y eso ayuda”, indicó.
Esperar el Conchillas
En sus inicios en la empresa coloniense se desempeñó llevando obreros para culminar la obra en Montes del Plata: “Llegaron a haber 98 ómnibus y durante el día estábamos todos a las órdenes. Se conoció mucha gente y se hizo amistades, hubo de todo”, recordó. “Formamos un grupo de entre 10 y 15 personas que pasábamos todos juntos y cada uno hacía algo, unos cocinaban, otros hacían los mandados, otros lavaban, entre todos hacíamos de todo, se armó un lindo grupo”.
En sus comienzos trasladando a los obreros salían cerca de 100 ómnibus. “Me acuerdo que algunos no viajaban conmigo porque no me conocían, después hacés confianza y tenés gente que espera a que pases para viajar con uno”, explicó.
Hoy solo 6 unidades están a la espera durante el día en Montes del Plata. Pero eso no es impedimento para que, recordando viejos tiempos, una vez a la semana salga el clásico asado entre los choferes.
Actualmente, trabaja en una camioneta que traslada desde Juan Lacaze a la planta entre 10 y 12 funcionarios de Montes del Plata.