Más de 30 años de RABERAL transporte y logística: Cuando el transporte se convierte en la pasión de generaciones
La década de los 80`, fue una época de grandes avances y descubrimientos, también de incesantes movimientos sociales.La década de los 80`, fue una época de grandes avances y descubrimientos, también de incesantes movimientos sociales.
Mientras el mundo asistía a las tensiones de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, también era testigo del cierre de la fábrica de VHS, del descubrimiento del primer PC y de Internet. La banda de rock Queen con Freddie Mercury, lideraban los Top Ten, mientras el Rey del Pop Michael Jackson fascinaba al mundo.
Uruguay también vibraba con la realidad de sus cambios, mientras negociaba su deuda con el sistema financiero internacional, conquistaba en Montevideo la Copa de Oro “Mundialito”.
Otro de los íconos, fue la llegada al país de Wilson Ferreira Aldunate, luego de 11 años en exilio, llegan las primeras elecciones después del gobierno militar y seguidamente se restablecen las instituciones con el gobierno del Dr. Julio M. Sanguinetti.
Es por aquella época cuando un joven apellidado Passadore iniciaba un camino propio en el transporte de carga. Aquel que cuando era pequeño alternaba entre la túnica y moña de la escuela, con las horas de trabajo en la quinta de su abuelo, llega a sus 18 años y sube a un camión como chofer, donde comienza a construir sus sueños kilómetro tras kilómetro.
“Cuando era chofer de Nicolás me acostaba en la cabina del camión y pensaba como podía hacer para llegar a tener uno”, recuerda Juan y agrega que fue a sus 20 años que empieza como patrón con transporte internacional en el año 1986, “le tengo que agradecer a “Ramoncito” (Don Ramón Rodríguez) que cuando necesité una mano, me apoyó y me dio un camión a pagar”.
“LO QUE LLEVO EN EL ALMA”“Arranqué con un 2050 de Nicolás Gonzalo, del año 1978 y me parecía imposible llegar a comprarlo.
Con un solo camión la fuimos peleando y renovamos cada día la pasión por el transporte, porque es lo que llevo en el alma”.
“Eran largos días en viaje, donde a la hora de descansar, dormitaba sobre el asiento con la puerta abierta porque con mi altura de 1,80 no entraba en el ancho de la cabina y tenía que dormir. El camión era nuestra casa. Por aquellos años no tenías aire acondicionado, velocidad crucero, etc,, pero todo eso nos ayudó a construir esta realidad”.
“Porque eso es Raberal, la pasión puesta en cada viaje, el cumplir los compromisos y el cuidado por la carga de nuestros clientes. Porque así creció la empresa y también mi familia. Soy un agradecido al país, a los amigos que me dieron una mano cuando la necesité, a mis clientes que hacen posible esta realidad cada día y a mi familia, que fue mi puntal desde que nació la pasión por este sueño y hoy se trasformó en realidad”.Hoy pasaron 30 años, pero la pasión por el viaje sigue intacta, Passadore logró que su vínculo con el transporte trascendiera su historia y esté en el horizonte de las sucesivas generaciones.
