Nos fuimos a conocer Pueblo Quintana
Según el censo del año 2011, pueblo Quintana tiene 67 habitantes; está ubicado en Salto, pero queda más cerca de la capital de Tacuarembó que de la capital de su departamento.
Los habitantes de Quintana cuentan con el servicio regular de ómnibus hacia Salto, a través de la empresa San Cono. Desde hace un tiempo dicha compañía está bajo la administración de la empresa Hernández.
La distancia para unir ambos puntos es de unos 200 kilómetros, pero este servicio de ómnibus ingresa por otros poblados rurales de Salto, lo que aumenta considerablemente la distancia.
EL VIAJE
A las 6 de la mañana salimos de la terminal de ómnibus de Salto, con algunas encomiendas y dos pasajeros. Abandonamos la ciudad y recorremos la ruta 31 durante 40 minutos, para luego ingresar a los duros caminos de la campaña salteña.
En plena campaña, uno de los pasajeros desciende; se dirige a trabajar en un establecimiento rural. Continuamos viaje en el ómnibus que tiene unos 30 años encima, pero enfrenta los duros caminos sin problema, lo que demuestra su sólida carrocería y buenos motores delanteros, esenciales para estos recorridos.
Durante una hora y media recorremos un camino donde los pozos y las piedras abundan, por aquí pasa este ómnibus y el de la empresa Lagreca con destino a Cerros de Vera.
En Puntas de Valentín, varios vecinos esperan sus encomiendas, en otros casos solo esperan al chofer para alcanzarle algunos alimentos caseros y agua caliente para el mate.
Seguimos recorriendo la campaña de Salto acompañados de hermosos paisajes y caminos complicados; en la zona de Boquerón de Caña se divide el camino, uno va hacia Cerros de Vera y otro hacia Paso Potrero; tomamos el último, llegando a las 9 de la mañana.
En ese pequeño poblado, unos vecinos esperan el ómnibus para hacer unos encargues; “comprame 20 kilos de maíz en el comercio de Paso Cementerio”, se escucha decir.
Luego de algunos kilómetros, salimos nuevamente a la ruta 31 para circular unos pocos kilómetros por esta arteria y desviarnos nuevamente hacia el norte, rumbo a Paso Cementerio.
En ese poblado paramos en un antiguo almacén, luego seguimos hacia la zona de Cerro Chato y paramos en una escuela donde asisten cuatro niños; uno de ellos, para asistir a su centro de estudios, debe recorrer 20 kilómetros todos los días.
Sobre las 11 de la mañana llegamos a Quintana, no hay pasajeros en el ómnibus y poco a poco algunos vecinos se arriman a la unidad para retirar sus encomiendas.
El poblado cuenta con varias casas vacías, seguramente sus propietarios trabajan en la campaña, pasamos un rato en el comercio del pueblo donde nos confirman que cada vez hay menos vecinos en el poblado.
Como tantos viajes de campaña que hemos realizado, nuevamente se comprueba que cada vez hay menos pasajeros, pocas encomiendas, pero es un servicio fundamental para quienes lo utilizan.
Marcos Almeida
“Cada vez hay menos gente”
Marcos es el conductor del ómnibus que hace el servicio entre Salto y Quintana; desde hace 13 años recorre estos caminos y conoce al detalle los lugares y los pasajeros, con quienes ya tiene una relación de confianza.
Para conocer más a fondo el servicio y su trabajo, en la espera en pueblo Quintana mantuvimos una breve charla.
¿Nota la despoblación de la campaña?
Sí, cada vez hay menos gente, la juventud que estudia se está yendo, la gente en general se va, solo quedan lo mayores, pero también están los casos en que los hijos se llevan a sus mayores para la ciudad.
¿Cómo se siente haciendo este recorrido?
Los años avalan lo que uno hace y me siento cómodo haciendo este trabajo; la gente es muy amable, algo que no se encuentra en todos lados.
Las encomiendas siguen siendo fundamentales; los remedios y vacunas para los animales, también están los surtidos que hace la gente en la ciudad, entre otras cosas.