Ignacio Kröger, Gerente de transformación y estrategia de BITAFAL: “La sostenibilidad y la innovación, como eje central en la empresa”
Bitafal es una empresa familiar, líder en la fabricación y suministro de productos asfálticos sostenibles. Desde hace 40 años, la familia Kröger está vinculada a la industria y desde hace 25 años, específicamente, a la parte de la construcción de carreteras con suministro de asfalto.
Bitafal es proveedora de cementos asfálticos y de emulsiones asfálticas de la gran mayoría de las obras del país. Desde hace unos años la empresa se encuentra abocada a la sostenibilidad.
En ese marco, la empresa incorporó su primer camión de gran porte, eléctrico, que se suma a la flota de autos de la empresa que cuentan con la misma tecnología.
Para conocer más detalles, dialogamos con Ignacio Kröger.
¿Qué es la sostenibilidad para Bitafal?
Hace un par de años que hemos definido la sostenibilidad y la innovación como eje central en la empresa; son los dos pilares sobre los que se apoya nuestra estrategia y son los dos elementos transversales en toda la organización. En cualquiera de las áreas hay un concepto de sostenibilidad asociado, venimos aprendiendo. Si bien la sostenibilidad forma parte del ADN de la empresa desde hace muchos años, la sistematización y la bajada concreta en procesos formales, es algo nuevo para nosotros; estamos en un proceso de aprendizaje.
Realmente nos consideramos, quizás, aprendices en todo esto, porque la sostenibilidad es mucho más amplia que tener un camión eléctrico. Son tres componentes, el social, el medioambiental y el económico, y después hay toda una serie de indicadores detrás de la sostenibilidad. Para afirmar que somos sostenibles, estamos desarrollando toda una serie de información que respalde eso.
Estamos haciendo las primeras mediciones de huella de carbono, vamos a hacer la medición de las emisiones de este camino eléctrico junto con la Universidad de Montevideo, en un proyecto enmarcado con la ANII y con el CINOI, que es uno de los organismos de la Universidad de Montevideo. También vamos a medir nuestra huella de agua, la idea es generar los primeros reportes de sostenibilidad para tener como una especie de mojón cero de cómo estamos a nivel de sostenibilidad.
Sabemos que estamos avanzados en muchos ámbitos, porque hemos prácticamente cambiado toda la matriz energética de la empresa. La idea es transicionar hacia energías renovables, todavía tenemos calderas fueloil, pero la idea es el próximo año tener instalado en funcionamiento, calderas de hidromasa, calderas eléctricas.
La sostenibilidad es como un paraguas muy amplio, pero realmente hay una estrategia atrás para que impacte en distintas áreas. Una de ellas es el transporte, con la adquisición del camión eléctrico, por ejemplo. Para eso nos venimos preparando ya hace años, con la infraestructura, carga de vehículos, instalación, toda una serie de paneles solares y también un banco de baterías, para gestionar esas cargas nocturnas o diurnas. También tenemos vehículos empresariales y eléctricos, que se cargan con los paneles solares por las baterías.
¿Qué función cumple el camión eléctrico?
Los camiones eléctricos nos permiten un radio de actuación relativamente corto en comparación con los vehículos a combustión. Pero es un “todavía”, porque la velocidad a la que avanza esto es impresionante y la verdad es que desconocemos cuándo se podría equiparar con un camión de combustible. La idea es, con esta cisterna, hacer el suministro de refinería y de productos asfálticos, que está dentro de la zona metropolitana; también, la entrega de productos a los clientes que están en un radio de actuación de 150 a 200 kilómetros de nuestra planta. Esos clientes son bastantes, porque muchos tienen plantas asfálticas en ruta 8, en Empalme Olmos, en ruta 102; a veces también en Montevideo o Maldonado.
Para ese circuito corto nos parecía interesante tener este vehículo, así como unirlo con la contratación de una chofer mujer. Este sector de choferes está, mayoritariamente, muy masculinizado; si haces un llamado, el 95% o más de los postulantes, van a ser hombres. Son muy pocas las mujeres que se postulan, es difícil la conciliación con la dinámica familiar (por ejemplo, si tiene un hijo muy chico, o tiene hijos que criar, o si es madre soltera, a veces no puede estar tres días fuera de la casa). Entonces, lo que nos permite también el circuito corto es conciliar esa vida familiar con el trabajo; algo clave para algunas personas.
¿Qué desafíos existen en cuanto a incorporar más unidades de este tipo?
Uno de los principales desafíos, más allá de sortear este tema de la autonomía, está en conseguir la infraestructura a nivel país que permita la carga eficiente y rápida de vehículos de este porte. Creo que todavía el país está transitando la transición para tener más puestos de carga, de mayor potencia. El progreso de esta tecnología va a estar muy atado a las políticas públicas que haya en la materia. Hoy, este tema está sobre la mesa, está en discusión, hemos tenido algunas instancias de debate con UTE para plasmar esto, pero todavía hay una gran falta de puestos de carga y probablemente sean al final los privados los que terminen surtiendo la red.