El transporte de haciendas pierde los choferes más experimentados
El recambio generacional en el sector del transporte de haciendas está provocando que, en algunos casos, se esté perdiendo calidad de carne debido a los machucones. El sector y algunos frigoríficos apuestan a capacitar a sus choferes.
La forestación y los granos están pagando mejor los fletes y eso está provocando que a nivel del transporte de haciendas -altamente especializado por tratarse de una carga viva- se esté dando un fuerte recambio generacional, donde los choferes con mayor experiencia se van a rubros más rentables.
"Lo que siempre hemos denunciado ante la industria frigorífica es que estábamos perdiendo la mano de obra calificada. El transporte de haciendas es muy sacrificado y requiere de un temple especial. Se está perdiendo un capital humano muy importante", aseguró a El País la presidenta de la Asociación Uruguaya del Transporte de Haciendas (Autha), Gabriela Lombardo.
La falta de experiencia y capacitación, está provocando -en algunos casos- que se pierda calidad de carne, aumentando el número de machucones en las reses.
Uruguay cuenta con unas 800 jaulas que están transportando haciendas y alrededor del 80% del transporte o incluso más, "se adecuó a las normativas de bienestar animal. El estado de las jaulas y equipos es bueno", aseguró Lombardo.
La presidenta de Autha aseguró que "los equipos más deteriorados, pertenecen a transportistas que está trabajando con una rentabilidad muy baja, entonces es imposible que conserven los equipos o los mantengan".
Desde la gremial se sostiene que "hubo una muy buena capacitación de transportistas. Hay un porcentaje de la industria que apostó mucho a eso y está cuidando ese tema, hay otro porcentaje que como traslada los costos al productor o al transportista, no se ha preocupado por mejorar los temas de bienestar animal".
En ese sentido, Lombardo dijo que hay frigoríficos que le descuentan los machucones en las reses al transportista, pero sostiene que estos no solo pueden darse durante el transporte, también vienen desde el campo, por malos manejos de la hacienda.
"No solo perdemos la mano de obra más calificada, la calidad, sino que también nos sentimos castigados", agregó Lombardo a El País.
Visión. Para la especialista en bienestar animal del Instituto Plan Agropecuario, Déborah César, ese recambio de generación es un problema a resolver y demanda mayor capacitación en bienestar animal.
La experta aseguró a El País que hay problemas en el sector del transporte que vienen repitiéndose en los últimos dos años o más.
"El transporte continúa siendo el gran cuello de botella en bienestar animal y es uno de los puntos flojos en cuanto a exigencias internacionales", dijo la profesional que integra el Comité de Bienestar Animal que lidera el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.
Entre las cosas pendientes está el hecho de cumplir con determinada normativa que impone la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), como "saber cuántos camiones transportan hoy ganado, creando un registro como se exige", agregó.
La falta de lavaderos es otra limitante. La normativa exige que todos los camiones deben ser lavados entre viaje y viaje, pero hoy, los lavaderos que hay en todo el país no son suficientes para cumplir con la legislación. "Ahí hay un cuello de botella importante", dijo César.
"En el sector del transporte de haciendas deberíamos estar mejor, pero no lo estamos", destacó la veterinaria.
A nivel predial, en los últimos años, en la mayoría de los casos, se ven algunos cambios.
"Antes era imposible encontrar un palo con una bolsa en la punta que se usa como bandera y hoy es visible en la mayoría de los establecimientos", pero César sostiene que aún "queda mucho por hacer".
"Aunque la gente está comenzando a darse cuenta que si adopta este tipo de sistema trabaja menos y eso es lo importante, que se sientan más cómodos trabajando. En algunas cosas estamos mejor", explicó.
La apuesta a la capacitación es creciente en todos los sectores, preparándose nuevos cursos, porque el bienestar animal es un tema que cada vez pesa más sobre los mercados. Fuente: PABLO ANTÚNEZ. El País
