Tabaré Galeano: “Se van las horas arriba del camión”
Tabaré Galeano es el propietario de “Transportes, El Fenómeno” cuyo nombre quedó grabado por el primer camión que compró Galeano al que le tuvo que cambiar muchas piezas y su primer chofer decía que iba a ser un “fenómeno”.
La empresa, oriunda de Quebracho, cuenta actualmente con cuatro camiones. A continuación, conocemos parte de su historia, dialogando con Tabaré.
¿Cómo se vincula al transporte?
Un amigo me llevó al camión, él me enseñó a manejar; cuando le faltaba un chofer me llamaban, yo le hacía la suplencia y así empecé a vincularme.
Un día, ese amigo me dijo que tenía que comprar un camión y ahí arranqué; tenía su respaldo; tiempo después falleció, hoy su hijo está trabajando conmigo.
En el 2004 compré un camión que estaba roto, un “Mercedito” alemán del año 62’; lo compré en 11 cuotas de 100 dólares.
Al tiempo compré la zorra y empecé a armarlo de a poco. En el año 2006 arranqué con la empresa, comencé en el transporte de ganado.
¿Cuáles fueron sus primeros trabajos?
Soy una persona que ha tenido suerte en esta vida; a la suerte hay que ayudarla, pero algo de suerte hay que tener. Me dieron los papeles de la empresa un viernes de tarde y el sábado de mañana me llaman a preguntar si tenía un camión para hacer un viaje a Salto.
A quien me contrató le expliqué que había armado un camión y el lunes a las 9 de la mañana me pregunta si estaba pronto para viajar porque a las dos de la tarde tenía que estar en la balanza de Alpino de Mercedes; desde ese día hasta el día de hoy, tengo trabajo en el frigorífico.
¿Qué infraestructura tiene su empresa y qué trabajos realiza?
Dos camiones con zorra totalmente dedicados al ganado y dos tractores que pueden ir con cazamba para el grano o jaula para el ganado. Nosotros hacemos casi todo, desde soldar la jaula, gomería, tema de frenos, lo único que no tocamos es la mecánica, para eso los llevo a un taller de Paysandú.
¿Hay trabajo?
Trabajo hay, el tema son los precios. Creo que hemos echado a perder mucha cosa nosotros. El uruguayo nunca se quiere hacer cargo de las cosas, pero el tema de las tarifas y todo eso, es responsabilidad de los transportistas. Nos llaman por dos pesos y vamos, y después nos quejamos y no nos dan los números.
Acá en la zona había otro transportista de ganado grande que fue dejando el trabajo. Hoy en la zona somos muy pocos, es un transporte muy específico el del ganado y ya no hay choferes; es un trabajo delicado y complicado.
¿Tiene proyecciones para su empresa?
Me agarra en un momento complicado; tengo dos hijos que no quieren nada con el transporte; yo ya tengo 55 años; de a ratos evalúo seguir agrandándome, pero digo, ¿para qué me voy a agrandar? Mejor me quedo quieto.
Hay momentos en que voy a mi casa embalado a comprar otro camión, pensando en modernizar, pero hay momentos en que me digo, ¿para qué? En mi caso el trabajo es bastante complicado, además de la logística, de organizar los viajes, hay que hacer todo, uno tiene que manejar, lavar y se van las horas arriba del camión.