AL & FA viajes y turismo: De dos camionetas a nueve ómnibus

Los nuevos emprendimientos industriales y comerciales que se han suscitado en los últimos años en el país han sido también una oportunidad para el sector del transporte de pasajeros. El famoso megatambo de Bulgheroni en Durazno ha cambiado el panorama en la ciudad, así como el de la empresa familiar de turismo AL & FA de Alfredo y Fany, a la que este proyecto le ha servido de impulso para crecer, ampliando cuatro veces su flota.

Fany, quien hace años que dejó su empleo en UTE para dedicarse de lleno a la empresa, fue con quien dialogamos a finales del pasado año cuando estuvimos en Durazno.

¿Cómo se inició la empresa?

Como somos una familia numerosa un auto no nos servía para hacer paseos, entonces en el año 1998 compramos una Mitsubishi L300 para poder salir los fines de semana. Por esos años ambos trabajábamos en UTE y nada nos relacionaba con el transporte hasta que descubrimos esta nueva actividad, impulsados primero por los vecinos que nos solicitaban el vehículo para diversos traslados. Luego se fueron sumando más clientes de toda la ciudad.

¿Cómo fueron los primeros años de actividad?

Me dediqué de lleno a la empresa, fue un momento espectacular, hacíamos tres días por semana excursiones a Rivera, con eso solo ya pagamos la camioneta y compramos una segunda en el 2000. Pero con la crisis del 2002 todo se complicó, nos ayudó que teníamos vehículos nuevos que no necesitaban entrar al taller pero el trabajo se fue reduciendo. Se paró el tema de la construcción ya que en una camioneta llevábamos obreros a Paysandú y con la otra a Montevideo, con la aftosa no había carrera de caballos, y además estaba el cero kilo en Rivera y no se hacían más viajes hacia allá, se complicó por todos lados. Recién en el año 2006 compramos una tercera camioneta.

¿Qué nos puede decir sobre los ómnibus de la empresa?

En el año 2011 comenzamos a trasladar obreros para la construcción del megatambo, además de que una nueva empresa constructora nos pidió un ómnibus ya que necesitaban trasladar más personal. 

Salimos urgente a comprar, y en diciembre del 2012 adquirimos el primer ómnibus que era de Solfy y hacía un año estaba parado. 

Allí comencé a conducir, al principio todos iban en silencio, mirando cómo me desempeñaba. El ómnibus desde un principio me gustó.

En enero y marzo de 2013 se trajeron unos Volvo ex Cutcsa, en mayo trajimos unos ómnibus ex Copsa y después seguimos incorporando más coches hasta llegar a 9, todos trabajando para el megatambo.

¿Cómo es pasar de tener una empresa de dos camionetas a una de nueve ómnibus?

Hoy tenemos 14 funcionarios, el cambio no ha sido fácil y todavía no me he adaptado.   Por un lado está la presión de las empresas para las que trabajamos que quieren que sus funcionarios lleguen en hora, y por el otro, todos los choferes y también la parte de los obreros que trasladamos que tienen que estar en hora en la parada. Son muchos detalles que hay que cuidar. 

¿Qué perspectivas tienen una vez finalizada la obra del megatambo?

Queremos seguir brindado el servicio de traslado de personal, y cuando se termine la obra la idea es poder incorporar unidades destinadas al turismo ya que ahora solo utilizamos las camionetas para estos servicios. Nosotros también vendemos pasajes al exterior pero no le he podido dedicar mucho tiempo, a futuro la idea también es poder dedicarnos a esta parte.