Daniel Posada, Director de ABUS: “El transporte de pasajeros del Uruguay ha sufrido un retroceso de cuatro años”
La empresa Abus de Tacuarembó es llevada adelante por los hermanos Diego y Daniel Posada. Comenzó realizando el servicio entre la capital de ese departamento y San Gregorio de Polanco. Con el paso del tiempo, obtuvo otras líneas y logró especializarse en el turismo nacional e internacional.
En la base de la empresa, ubicada a escasos metros de la terminal de ómnibus de Tacuarembó, dialogamos con Daniel Posada.
Además de la línea principal a San Gregorio, ¿qué otros servicios tienen en la empresa?
Tenemos un campo de injerencia que va mucho más allá de San Gregorio y Tacuarembó, aunque son nuestras principales líneas con tres turnos diarios.
Trabajamos con toda la zona sureste del departamento de Tacuarembó, como la Ruta 59 y adyacencias, poblado La Hilera, La Rosada, Clara, Los Furtado, Paso Hondo y también nos acercamos al Río Negro cerca de Paso de los Toros, trasladando estudiantes. Por otra parte, unimos Ramón Trigo en Cerro Largo con Caraguatá, llevando a los jóvenes a estudiar.
Además, unimos pueblos que están por fuera de la Ruta 5, como Sauce de Batoví. Tenemos una línea que une la capital del departamento con Curtina, ya que es el punto de llegada y partida de los pobladores de Los Cuadrados, Once Cerros, entre otros.
¿Cómo fue atravesar la pandemia, para la empresa?
En la vida todo tiene su vuelta menos la muerte, es decir, fue complicado y para la gente y el transportista del interior muy duro. Se tomaron medidas muy buenas para contrarrestar la pandemia, pero ciertas medidas dejaron en desventaja a las empresas del interior.
En un momento se concretó el cupo del 50% en los ómnibus para proteger al pasajero, pero en el interior era muy difícil hacerle entender eso a la gente. Por ese cupo hubo un resarcimiento por parte del Estado para las empresas interdepartamentales y quedamos los locales ahí, medio colgados durante meses dentro del sistema. Así y todo, fue una situación que se pudo sobrellevar, el personal de la empresa contribuyó muchísimo, saliendo de licencia o pidiendo el seguro; tuvimos que reducir los turnos.
Es válido aclarar que nuestras líneas se sustentan trasladando a un público que el 70% aproximadamente son boletos subsidiados. Nuestro principal público son maestros, estudiantes y profesores. La empresa aporta el 50% y el Estado aporta el otro 50%, yo no digo que esté mal ese subsidio pero nuestros recursos son muy magros y eso ha sido lo que más nos ha perjudicado.
Una vez superada la pandemia, ¿cómo está la situación en la venta de pasajes?
Sin dudas hubo un antes y un después en los hábitos de traslado de la gente; ya no se mueve tanto en ómnibus. El transporte de pasajeros del Uruguay ha sufrido un retroceso de cuatro años. Con esta pandemia de más de dos años hemos tenido ese retroceso y no hablamos solo de dinero, también de la calidad de las unidades, de insumos etc.
Recién estamos en plena etapa de recuperación, pero tampoco se trata de llorar, hay que seguir tras las metas que uno tiene.
