Gonzalo González, ex conductor: “CORA era una familia”
La recordada empresa CORA inició sus actividades en el año 1969; contaba con líneas nacionales entre Montevideo y Rivera, Montevideo y Artigas, y una línea internacional entre Montevideo y Córdoba, Argentina. Al poco tiempo se dividieron, las líneas nacionales quedaron bajo la cooperativa y la línea internacional quedó bajo un único propietario. Para diferenciarlas, la cooperativa se denominó Obreros Ruta Azul y la internacional, Compañía Oriental Rutas Americanas Ltda.
Gonzalo González comenzó en el transporte en las líneas nacionales de CORA. Por el año 1979 compró una parte como cooperario, y luego de prácticas varias, quedó al mando de un Magirus Deutz que era la marca de los ómnibus de esos años, los primeros con carrocerías argentinas. Luego llegaron otros con carrocerías de Brasil.
Tras el cierre de la cooperativa, González pasó a la línea regular internacional y a las excursiones por toda la región. Cuando cerró CORA Internacional, en el año 1998, se despidió de la actividad en la empresa EGA.
En una amena charla, conocimos su historia de trabajo en el transporte, su pasión por la profesión y el afecto por la recordada empresa CORA. Aquí, transcribimos parte de esa conversación.
¿Cómo trabajaba CORA en las líneas nacionales, y cómo eran las rutas?
En la línea hacia Artigas, CORA iba con los coches completos, la gente de Artigas era hincha de CORA, aún hoy mucha gente la recuerda. Estaba ONDA que hacía Salto - Artigas, pero no era competencia. CORA iba por Ruta 5 y 30, se trabajaba muy bien.
La línea que CORA tenía a Rivera era diferente, estaba ONDA, pero la empresa TURIL se la fue ganando. Los caminos eran complicados, la Ruta 30 no era fácil, los días de mucha lluvia los arroyos se desbordaban, al que le tocaba de guarda se tenía que bajar por un lado, caminar por las huellas de las cubiertas y volver por el otro para tantear que no haya un caño roto o si se había formado un pozo, era complicado.
¿Hasta cuándo trabajó en la cooperativa CORA?
El 15 de febrero de 1984 el gobierno cerró la cooperativa porque venía con muchos problemas, había falta de pagos y se registraron accidentes que complicaron la situación, la cooperativa estaba embargada y la situación no daba para más. En ese último tiempo quedábamos 20 cooperativistas y perdimos todo. Igual creo que se podía haber salvado, hasta el último momento CORA trabajaba con los coches completos en los turnos directos hacia Artigas.
¿Cómo era la situación de CORA Internacional cuando usted ingresó?
Unos años antes de ingresar, el dueño vendió los coches Magirus Deutz que hacían la línea internacional, y compró cuatro Scania Br 116 con carrocería Ciferal, del año 1981, que eran mucho más modernos.
El tema es que esos coches demoraron mucho en venir, y como no podía cumplir con todos los servicios, la empresa ONDA también empezó a ir a Córdoba, sumándose a CORA y ENCON de Argentina.
Al poco tiempo vino la famosa “tablita” y de los cuatro coches solo quedaron dos, ahí CORA Internacional se vino abajo.
¿Cómo hacían para competir con las otras dos empresas?
En ese tiempo entré a trabajar en el coche 814; con mi compañero comenzamos a reducir gastos del coche y cumplir los horarios, hacíamos 1300 kilómetros de ida y 1300 km de vuelta. En un año tuvimos dos llegadas tarde de 20 minutos por pinchazos en la ruta, mejoramos el servicio a bordo con más variedad de bebidas para incentivar a que viajaran con nosotros.
Me acuerdo que ONDA salía con el coche completo y nosotros con medio coche, después fue al revés, la gente tenía un buen servicio a bordo y los choferes éramos los mismos, eso daba confianza a la gente, además cumplíamos los horarios. Después llegó el interno 875, y al año, el 876 que nos dieron para conducir a mi compañero y a mí, eran hermosos coches, eran Marcopolo Paradiso.
¿Cómo fueron los últimos años de CORA Internacional?
Por el año 1995 llegaron dos Scania Busscar, éramos solo ocho choferes, pero el dueño ya había entregado en parte la empresa. La situación económica era complicada, había coches contratados y se había metido otra gente en la empresa, nos dio mucha lástima porque CORA era una familia.
Después hubo un accidente importante de CORA en Argentina y la gente de ENCON había comprado buses nuevos, entonces los pasajeros empezaron a viajar en la competencia.
Ahí empezó el final de la empresa, yo pedí licencia sin goce de sueldo y me fui a España donde estuve cuatro meses con la familia. A la vuelta, cuando llegué, vi pasar el último ómnibus de CORA en servicio, me fui a la agencia para tratar de cobrar algo de lo que me debían y en la agencia de la terminal Tres Cruces estaban sacando la caja fuerte; ya no había nada, eso fue en el año 1998.
¿Cómo siguió su vida laboral luego del cierre de CORA Internacional?
Me llamaron de EGA para hacer un viaje a Porto Alegre, volver a Montevideo e ir hasta Santiago de Chile, y el regreso nuevamente hasta Montevideo, Porto Alegre, Montevideo.
Al tiempo un compañero que había trabajado en CORA me llama porque estaba trabajando en COIT y necesitaban un chofer para un viaje internacional. Pero luego de hacer ese otro viaje me vuelven a llamar de EGA para contarme que habían ganado la licitación de la línea a Córdoba y comencé a trabajar al otro día. Comencé en el coche 119 a hacer la línea que hacía en CORA Internacional a Córdoba. Hice varias excursiones y trabajé hasta que me jubilé en el año 2012.