TOT: Con el sello del esfuerzo del día a día
Fernando Vergara es propietario de la empresa de turismo TOT, el fuerte de su firma son los trabajos fijos como el traslado de estudiantes y obreros, y si bien hace excursiones, son las que llegan de terceros porque no organiza viajes propios.
Actualmente cuenta con tres conductores y cuatro ómnibus, además de que maneja y hace el mantenimiento de sus unidades. Vergara tuvo camión y comercios en nuestro país, además de que probó suerte fuera del Uruguay, comprando una fábrica de mangueras de alta presión en Paraguay pero no se adaptó y volvió para seguir vinculado al transporte.
En esta edición conocemos su historia, donde el sacrificio y los tragos amargos hacen que lo logrado sea cada día más valorado.
¿Cómo comienza con su empresa?
Ya había trabajado con el camión y el ómnibus, esto último en Copsa, donde trabajé casi 10 años. Luego me fui del país y cuando volví compré una parte en RAINCOOP, donde estuve trabajando durante 2 años en los servicios a la Costa de Oro.
Buscando trabajar por mi cuenta estuve probando con los taxis y varias cosas hasta que adquirí un ómnibus Mercedes-Benz con carrocería Nielson con recorrido del colegio Pedro Poveda; ahí arranque con mi empresa, el 23 de mayo del 2011.
Antes de entrar en COPSA ya había tenido camiones, estuve trabajando para Teyma y siempre pasé sacrificios, no hay otra para salir adelante que hacer la mecánica por la cuenta, entonces fui aprendiendo y hoy a los ómnibus le hago desde la mecánica hasta la pintura y la chapa, todo se lo arreglamos nosotros, lo único que no hacemos es gomería.
¿Cómo fueron los primeros años con su propia empresa?
Al poco tiempo de comprar el ómnibus salió el trabajo de Techint que estaba haciendo el saneamiento en la Costa de Oro, comenzaba a las 4 de la mañana llevando los obreros de Techint y terminaba a las 7, y ahí me iba al colegio, hacía algunos paseos con los niños y luego a las 17 horas volvía a la Costa de Oro para llevar de vuelta a los obreros, ahí hacía 3 vueltas y terminaba a las 8 de la noche. Esos tiempos prácticamente vivía en la bodega del ómnibus, tenía somier y hasta calienta cama, fueron años buenos de trabajo pero mucho sacrificio, pasaba por casa a almorzar nada más.
¿Cómo siguió el crecimiento de su empresa?
Salió la posibilidad de contratar ómnibus en Montes del Palta con Berrutti y ahí con el sacrificio del trabajo y estar fuera de casa, fuimos ahorrando y compramos nuestro segundo ómnibus, un Mercedes Benz O371 que había pertenecido a COPSA.
Un amigo que había dejado la empresa donde trabajaba se vino a trabajar conmigo y comenzamos a desarrollarnos muy bien allá en Colonia, estuvimos durante 2 años. Ahí me animé a adquirir un tercer coche y compré un Marcopolo Paradiso con Volvo, conseguí otro chofer y estuvimos trabajando con los dos coches en Colonia y acá con el primer ómnibus que tenía haciendo el colegio y otros trabajos que iban saliendo.
¿Actualmente qué trabajos realiza?
Seguimos haciendo el traslado de los estudiantes del colegio Pedro Poveda, esto ahora nos insume dos coches porque está el traslado a la piscina. Luego un colega consiguió el traslado del frigorífico Sarubbi pero necesitaba otro ómnibus y comencé a trabajar ahí, comenzamos a las 4:30 de la mañana y llevamos el personal de desosado y luego hacemos otro circuito para llevar el personal de faena.
Este año comenzamos a trabajar con el Volvo en Rocha, trasladando el personal de Agroland, gracias al colega Manuel González quien tiene ese traslado. Ese trabajo nos permitió incorporar otro ómnibus, el primero hace el servicio de Cerro Pelado hasta Agroland y el otro hace el servicio desde Rocha.
¿Cuál es la mayor competencia que tiene un pequeño transportista?
Hay mucha competencia, el problema es que nadie fiscaliza nada en el tema del turismo interno, tenés muchos ómnibus de finales de los ochenta que no pagan nada, no tienen Sucta; otro gran problema es que cuando una escuela o colegio contrata un ómnibus ven los papeles pero no corroboran cuando viene esa unidad que efectivamente es esa unidad presentada en los papeles, entonces le meten de repente un ómnibus que ni seguro tiene. A mí nunca me paró nadie a pedir nada, nunca me paró ni un inspector de tránsito ni policía caminera, hay ómnibus sin nada y lamentablemente hasta que no pase algo nadie va a hacer nada.
Eso es una competencia desleal porque uno está al día con todas las obligaciones y los conductores en regla, cuando uno pasa un precio por un determinado trabajo resulta que lo gana otro que pasó un precio más bajo pero no paga nada y hasta la cubiertas lisas tiene, eso en estos tiempos no puede ser.
¿La idea de la empresa es crecer o renovar?
Crecer no quiero, la idea es cambiar las unidades, hay mucha facilidad para comprar pero el tema es vender lo que tenés, no quiero agrandar, solo cambiar. Incorporar más unidades es tener más gastos de BPS, más DGI, más sueldos y para una empresa chica no es fácil tener un presupuesto alto, doy pasos cortos pero seguros. Yo ya sufrí las crisis del 2002 cuando me metí en un segundo ómnibus justo ese año.
No me hago de cuentas porque si tenés mucha cuenta se te puede complicar y el mayor problema es que es muy difícil vender tus ómnibus.