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Nacionales

Entre el camión y el caballo


05.01.2016
Entre el camión y el caballo

> AMISTAD.- Washington Martínez, Ramón Rodríguez, Eduardo Abreu y Jorge Ascárraga.

 

La empresa de transporte de Jorge Ascárraga comenzó a operar en el año 2000. Hoy cuenta con 7 camiones, 4 de ellos en el transporte de granos, 2 en el de líquidos y otro en el de combustible.

Para Ascárraga su hobby es andar a caballo, por eso viaja a los principales eventos tradicionales como la Patria Gaucha en Tacuarembó o la meseta de Artigas en Paysandú. Si bien los viajes no los hace a caballo, los lleva a estos eventos, reconociendo que alguna vez -con un poco de tiempo- realizará montado alguna travesía. Como nos explicó el transportista, en esos encuentros “nos hay envidias, todos somos iguales y se conoce mucha gente”. 

Entre otros tantos amigos, mantiene una estrecha amistad con Eduardo Abreu, quien recorrió todo el país a caballo, itinerario que le valió el reconocimiento nacional de quienes gustan de esta actividad. Cuando Abreu pasó por la capital, el transportista salió a su encuentro para guiarlo por las calles. 

Fue así que Ascárraga se bajó del camión, ensilló y salió a caballo a buscar a su amigo. Desde camino Mendoza hasta el Elías Regules en Camino Carrasco el transportista y apasionado por las tradiciones encaminó a Abreu por las calles montevideanas.

RECORRIÓ 2400 KILOMETROS A CABALLO POR EL PAIS y YA PIENSA EN OTRO VIAJE 

Durante unas de las amenas reuniones que realiza el transportista, dialogamos con Abreu, quien antes de recorrer las 19 capitales a caballo ya había ido montando en 16 ocasiones desde la ciudad de Minas hasta la Patria Gaucha. 

“Miguel Cotto de Sarandí del Yi tenía la idea de recorrer las 19 capitales a caballo y yo la de recorrer el país a caballo, es la misma cosa, por lo que podíamos hacerlo juntos alguna vez”, explicó. 

Desde esa primera charla hasta el momento de hacer efectivo ese viaje pasaron cerca de 10 años. El 20 de febrero de 2015, Abreu saldría de su casa en Altos del Santa Lucía -a 15 kilómetros de Minas- rumbo a Zapicán, punto de encuentro con Cotto, que desde Sarandí del Yi pasaría por José Batlle y Ordoñez para unirse a él en aquel pueblo (en dos días aproximadamente). Ya juntos, partieron desde ese poblado hacia Treinta y Tres, para tras un día y medio, seguir a Melo. Luego hicieron coincidir la marcha con la Patria Gaucha en Tacuarembó, donde estuvieron durante 5 días.                 

Los dos hombres, montando sus caballos y acompañados por otro caballo “carguero” que llevaba todo lo necesario para la subsistencia, siguieron galopando con tranquilidad por los diversos pagos del país. 

El 16 de abril y luego de pasar por Montevideo, Maldonado y Rocha, los jinetes llegaron a Minas, desde donde Abreu había partido. La llegada se festejó con una fiesta con amigos que arribaron desde todo el Uruguay. 

Coincidiendo con el mes de su partida, volvió a salir de su casa para visitar los departamentos de la zona centro que le faltaban para completar la vuelta al país. Así fue que pasaron Flores, Florida y Durazno, para culminar en Sarandí del Yi, desde donde había partido Cotto. La recepción -como no podía ser de otra manera- fue con otro agasajo destacado de sus amistades. 

Abreu volvió a caballo a sus pagos cerca de Minas, terminando el recorrido el 1º de mayo. 

Las anécdotas y gratos gestos que encontraron los jinetes durante su recorrida fueron innumerables, como lo que les sucedió en Tacuarembó: “Cuando se me lastimó un caballo, un amigo, el Pato Mendiondo, me regaló una yegua que estaba en pueblo Sequeira en Artigas”, contó Abreu.

Cuando le consultamos sobre el porqué de esta travesía nos indicó: “Esto es un gusto, algo que a uno le apasiona, la gente se enteraba por la radio por dónde andábamos y salía a recibirnos, nos llevaban cosas; ración para los caballos no nos faltó nunca”. Agregando en tono jocoso que “la única dificultad que vimos cuando ya habíamos avanzado en más de la mitad de la marcha, era que se nos terminaba, pensábamos si no habría algún otro departamento para seguir”. 

Sobre el próximo desafío, Eduardo Abreu no duda ni un momento “algún día voy a ir a Paraguay a caballo al solar de Artigas, además la vuelta al Uruguay la voy a hacer otra vez, pero solo porque me gusta andar solo”.