Los jóvenes en el transporte de hacienda
> Carlos Martín Porto Muñiz
Mientras recorríamos las rutas y caminos nacionales entrevistando a transportistas dedicados a este rubro, una y otra vez escuchamos -sobre todo de los más veteranos- que no hay mucha gente joven en el transporte de hacienda, por ello nos tomamos como desafío dialogar con algunos de ellos para que nos cuenten sus experiencias.
Carlos Martín Porto Muñiz
Llegando a su destino, cargado con 55 vaquillonas en las rutas secundarias del departamento de Florida, encontramos a Carlos, quien trabaja para el reconocido transportista del sector Rodríguez Abella Srl.
Junto al Scania en el que se desempeña, le consultamos sobre su actividad en estos tiempos: “Con el tema de la seca hay mucho movimiento, se lleva el ganado a campos que están mejor”.
Si bien hace dos años que trabaja en el camión de ganado, fue conociendo la tarea en su trabajo anterior, donde ayudaba a cargar y ordenar los animales. “Acá tenés que ir cuidando el ganado y parando para verlos; las vacas son más fáciles que las ovejas de transportar”, reconoció.
Matías Varela
El joven transportista trabaja para la empresa IME de transporte de hacienda, y en el momento que lo cruzamos trasladaba terneros para exportación desde Vergara a un encierro en Florida.
Sobre esta labor, el transportista nos explicó: “Andamos con bastante trabajo, la empresa lleva para dos grandes encierros y para el frigorífico, así que tenés actividad todo el año”.
Con 28 años es el chofer más joven de la empresa y se siente bien en su trabajo: “A mí no me gusta la madera, y con el grano no tenés trabajo todo el año”, aunque aseguró que como contrapartida “está la carga horaria y que es un trabajo sucio donde hay que tener mucho cuidado con los animales”.
CON SUFICIENTE EXPERIENCIA EN EL SECTOR
Si bien se trata de la palabra de transportistas jóvenes, la realidad indica que ya tienen algunos años en el sector y es interesante escuchar su mirada desde una perspectiva diferente.
Sebastián Calandria y Luis González
Esperando buena parte del día en un remate ganadero en la ciudad canaria de San Ramón, entre los varios vehículos de hacienda, encontramos unos camiones de Los Transportes Florida, en donde estaban Sebastián Calandria, chofer e hijo del propietario de la empresa, y uno de sus empleados, Luis González.
En el caso de Sebastián, sobre el trabajo nos dijo: “Ahora hay bastante trabajo, pero este tipo de transporte no es para cualquiera, en la empresa por ejemplo no trabajamos para frigoríficos, entonces hay fechas que tenés trabajos y otros no”.
Sobre lo más complicado nos expresó: “Lo peor es cuando te toca ganado flaco, se te acalambra, se cae y no reacciona, te metés adentro para ayudarlo a levantarse y te lleva la carga, te patea”.
En el caso de Luis, ha estado en otros rubros y conoce las diferencias: “Yo estaba en la carga y por reducción de personal quedé afuera por ser de los más nuevos, entonces volví a un rubro que no quería volver, hacía 10 años que no lo hacía”, expresó.
Donato Aramburu
Arrancó a manejar camiones de ganado en el año 2000, en Sarandí del Yí, trabajando por la cuenta con un Mercedes Benz 1418. En el año 2009 y al no poder comprar un camión nuevo, se asoció con un tío para acceder a uno.
Al momento de realizar la nota, volvía a trabajar por su cuenta con un Volkswagen 17310, tras buscar durante más de un mes un vehículo acorde: “Pensé que iba a ser más fácil comprar un camión usado de ganado, pero hay muy poca cosa”, explicó. “Si tenía tres camiones de ganado, laburaban todos, hay mucho movimiento”, explicó quien trabaja para un escritorio rural y realiza algunos viajes para los frigoríficos Solís y Canelones, trabajos que lo impulsan a desarrollar positivamente esta nueva etapa, nuevamente solo.
Al ser consultado sobre si existía algún otro tipo de transporte que le gustaría hacer, nos comentó: “Me gustaba el grano pero ahora se frenó, y el ganado es medio continuo”.
Sobre la caminería nos dijo que “acá tenés que cuidar mucho el camión, con estos caminos si te metés a dar palo, lo liquidás”.
Sobre sus proyecciones nos indicó: “Sé que tengo trabajo para un camión, y si bien a veces daría para más, en esta zona no conseguís choferes que quieran agarrar para el ganando, es una zona de relevo de la madera y están todos ahí”.
