MIGUEL ÁNGEL BALBIS: Todo tiene su tiempo
Luego de trabajar varios años en A.F.E., Balbis decidió emprender su propio camino y con 27 años de edad, abrió su taller de herrería y tornería.Luego de trabajar varios años en A.F.E., Balbis decidió emprender su propio camino y con 27 años de edad, abrió su taller de herrería y tornería.
Entre los clientes que fue haciendo, había varios camioneros, lo que lo fue entusiasmando y compró su primer camión, un Dodge 600.
Uno de sus primeros trabajos consistía en llevar lana a la ciudad de Durazno; por aquellos años, un solo viaje a la semana ya hacía rentable la empresa, lo que fue haciendo que el transportista dejara su taller para volcarse más al transporte.
Durante muchos años anduvo arriba del camión; Miguel Ángel sabe lo que es pasar dos meses en la cosecha de arroz sin poder ir a su casa, así como dar una mano a un camionero que quedó tirado en el camino o hacer de gomero.
Actualmente, en su escritorio, no falta el cuaderno, el lápiz ni la agenda; reconoce que las nuevas tecnologías lo superan y quizás por eso, está pensando en abandonar la actividad y dejar a sus tres hijos al mando de la empresa. Una de sus pasiones es soldar; todas las carrocerías de sus camiones fueron realizadas por él. Esa actividad es un “cable a tierra” que le permite erradicar el estrés de su empresa y poder seguir en actividad, sin horarios.
Hoy, la empresa familiar lleva adelante rubros diversificados; está presente en el segmento de agencias de cargas, transporte internacional, mudanzas y depósito de mercaderías. Actualmente cuenta con seis camiones.Según Balbis, su familia sigue siendo el pilar fundamental, desde el apoyo que recibió por parte de sus padres, hasta el de su señora e hijos.
Hoy, el transportista siente que es tiempo de dar un paso al costado para disfrutar de sus nietos y de la vida, pero seguramente dos por tres se encuentre nuevamente entreverado entre los fierros, esta vez, alejado del estrés laboral.