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Paulo Salette: “Mi padre compraba un chasis y una cabina, y me decía: “vamos a armar un camión”


02.10.2022
Paulo Salette: “Mi padre compraba un chasis y una cabina, y me decía: “vamos a armar un camión”

Los hermanos Ana Paula, Fabio y Paulo, llevan a delante la empresa F. Salette que se ha profesionalizado en el rubro de la madera. En la base de la empresa en la ciudad de Tacuarembó, dialogamos con Paulo Salette quien nos contó sobre los orígenes de la empresa, así como de su actualidad.

¿De dónde viene su contacto con el camión? ¿De dónde viene su contacto con el camión?

Mi abuelo tenía camiones en Rivera, en la época de los Chevrolet del 37’ y 51’; él comenzó hace muchos años haciendo fletes, después siguió mi padre y luego continuamos nosotros. Empecé en el transporte en el fondo del patio de mi casa. Cada vez que mi padre compraba un chasis y una cabina, me decía: “vamos a armar un camión”; luego compraba un motor y una caja usada e injertaba un diferencial. De esa manera armaba aquella cosa y salíamos a la calle a trabajar; hacíamos los camiones en el fondo de casa.

Durante un tiempo llevamos leña y carbón de Rivera a Montevideo, y a Rausa en bolsas de 30 kilos. 

¿Cuándo se profesionalizó la empresa?

Cuando empezamos a trabajar para CICCSA; para nosotros ese trabajo fue fundamental para profesionalizar la empresa, era un trabajo bien pago y todo con boleta.

En el año 1998 compramos un Ford Cargo 0 km, después compramos otro camión de la empresa Cuello, al tiempo seguimos creciendo; por esos años entregábamos las cajas de cartón para CICSSA a todo el país.

Por aquel entonces dormía en la cabina del camión en el patio de CICSSA, llevábamos las cajas para ANCAP en Paysandú, Frigorífico Pul de Melo, Tacuarembó, Las Piedras, cajas para las frutillas en Salto, andábamos por todos lados Después hicimos transporte internacional para Brasil y con la crisis del 2001 se complicó y tuvimos que dejar.

¿Cuándo empiezan a dedicarse al rubro forestal?

En el año 2002 nos empezamos a dedicar al transporte forestal; acompañamos a empresas como Tile que después se fusionó con Tile Forestal. Luego trabajamos con Botnia a partir de su inauguración, después pasamos a trabajar con UPM y hasta el día de hoy seguimos con esa empresa.

Tenemos cuatro equipos graneleros que los usamos para cosechas; ahora estamos llevando mucha leña de metro para las calderas hacia el sur y volvemos con mercadería para UPM, o portland y bebidas Salus para Artigas.

¿Cambió mucho el trabajo en el monte?

Cuando arrancamos en los montes no había estructura, cargábamos a mano, sacábamos en carros con caballos, había 80 personas acampadas ahí adentro en carpas de nylon negro. También había 11 carros con caballos que amanecían al lado de la cabina del camión para que cuando cargara aire, le calibrara las ruedas de los carros para poder trabajar. 

Con el tiempo la cosa fue mejorando, vinieron las leyes sociales, el grapo, los ómnibus que llevan a la gente, etc. Hoy hay maquinaria muy moderna que solo necesita un operario cada 12 horas y hace todo el trabajo, nosotros venimos en esa cadena acompañando el crecimiento.

¿Cuánta flota tiene la empresa y qué posibilidades hay de crecer?

Nosotros tenemos 10 camiones y cada cuatro o cinco años estamos renovando la flota forestal. Los camiones que renovamos los ponemos en el grano y la leña. Hay posibilidad de crecer, todo está en que la empresa logre el objetivo. Comprar camiones y herramientas es lo más fácil, lo más difícil es la mano de obra especializada.
¿Cómo están con el trabajo de seguridad en la empresa?

Tenemos una prevencionista, dos secretarias, hacemos seguimientos en ruta y todo lo que te puedas imaginar en gestión, ya que tenemos auditorías desde hace tres años. Incluso este año contratamos una gestión externa para que nos educaran, hicimos un curso, adquirimos la norma ISO 39.001 Sistemas de Gestión de la Seguridad Vial (SGSV); estamos gestionando nosotros la seguridad en la empresa.

Se aprende mucho; aprendí a hacer un plan de seguridad. Antes no teníamos un plan de seguridad que se adecuara al transporte, en principio el plan era más adecuado para una obra, por decir algo. Ahora hicimos el plan de mejora continua, un mapa de procedimiento.

Actualmente, por ejemplo, estoy haciendo el manejo con los choferes. Salgo con ellos, es un examen con estándares internacionales mediante el cual se detectan buenos y malos hábitos de manejo en los conductores. Cuando salgo, analizo la aptitud, actitud, los conceptos que tienen en el tránsito. Existen 30 ítems que voy tildando si se hacen habitualmente, a veces o nunca. Luego se ven los porcentajes que se clasifican en verdes, amarillos y rojos, para obtener el resultado. Esto es un trabajo bilateral, escucho lo que me cuentan y tomo nota, son cosas que uno va incorporando para estar junto a la gente y así crear un mejor ambiente.

¿Costó bajarse del camión?

Sí, mucho. En el año 2012 compramos un Volkswagen Constellation 0 km y anduve solo seis meses porque no aguanté la presión; llegaba y me tenía que dedicar a la gestión, paraba en los cibercafés a sacar la liquidación, a hacer facturas a mano, no soporté y me tuve que bajar con un dolor en el alma porque me hice todos los gustos con ese camión; lo tenía impecable.

En el año 2014 compramos un Scania 410 automático, me sirvió solo para andar algunos kilómetros, pero no dio para más. Hace un tiempo hice una carga de arroz porque no había compromiso de horario, pero solo por algunos kilómetros. Yo soy profesional, no tengo problema en manejar un camión automático, con cambios, de caja seca; sé acomodar cualquier carga, hago mecánica, gomería y electricidad, y me gusta, me costó mucho bajarme a decir verdad.