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Ricardo Elosegui: 40 años en el volante


23.01.2023
Ricardo Elosegui: 40 años en el volante

Entre los taxistas que se encuentran a la espera de pasajeros en la terminal de ómnibus de Melo, nos encontramos con Ricardo junto a su taxi Citroen.

Gran parte de su vida laboral pasó tras el volante, manejando camiones y ómnibus. Luego de un accidente de tránsito estuvo cinco años sin trabajar hasta que llegó al taxi, hace ya tres años, recorriendo las calles de Melo.

Mientras esperaba a los pasajeros del siguiente ómnibus, conocimos algo de la historia de Ricardo Elosegui.

¿Qué nos puede decir sobre su actividad en el camión?
Comencé manejando los camiones de mi tío a los 20 años; empecé en un Commer modelo 62 y un Mercedes Benz 334, con remolque. Después trabajé con otros camiones, pasé de andar en un tractor en campaña a manejar un camión desde Melo a Montevideo. Poníamos ocho horas para cubrir ese trayecto.


Hace 40 años atrás íbamos en un FIAT con productos chacinados de Frigorífico Melo. Por aquella época la ruta 8 de Minas a Montevideo era de balastro y varias veces se salía en malas condiciones; llegué a viajar sin luces, ni arranque, ni frenos.

¿En qué empresas de ómnibus trabajó?
Después de estar parado un tiempo conseguí trabajo en CODESA de Maldonado. Cuando entré ahí éramos 45 choferes. Siempre destaco a los compañeros, me trataron excelente, siempre me apoyaron.

Cuando volví a Melo empecé a trabajar con los Miravalles; arranqué en un Mercedes Benz O 321 haciendo viajes a Santa Clara, después hasta Aceguá. Eran tiempos en los cuales la cañada de Aceguá se cruzaba crecida, nos guiábamos por las puntas de las ramas de los árboles, ahí aprendí mucho.

También manejé los Leyland de la empresa Tres Hermanos; salíamos a las 15 horas desde Aceguá con 100 fardos de azúcar en la cola del ómnibus, eran otros tiempos. Trabajé en COTA y llegué a hacer la línea de campaña a San Diego donde nos quedábamos para volver al otro día.

Después trabajé en otras empresas hasta que tuve un accidente mientras lavaba un ómnibus y me quemé. Más allá de ese hecho puntual, hay anécdotas muy lindas; se pasaba muy bien, tuve muy buenos compañeros de trabajo.