José Crampet: De la Onda, a crear Transuruguay y trabajar en EGA
Un joven estudiante de derecho se presenta a un llamado laboral de la empresa ONDA, en plena época dorada de la legendaria transportista. Ahí, comienza José Crampet su vinculación con el transporte, que hoy lleva más de cuatro décadas.
Además de trabajar en la ONDA, fundó TRANSURUGUAY que llegó a tener 17 ómnibus; tuvo la empresa CTTM, llegó a dirigir la Cacciola en Argentina y actualmente trabaja como encargado de talleres en EGA.
¿Cómo y dónde fueron sus inicios en el transporte?
Con 19 años me presenté a un llamado que había en ONDA y comencé como vendedor de pasajes; a los pocos meses me pusieron como cajero y al año pasé a Jurídica.
Estábamos en una oficina adjunta al directorio y ahí me empecé a relacionar con los directores y profesionales del transporte; entré en la época que la empresa era un emporio.
ONDA pagaba los mejores sueldos; ONDA era una carta de presentación, era algo increíble. Si vos decías que trabajabas en ONDA, se te abrían las puertas en todos lados. Por ejemplo, cuando me tocaba ir al Banco de Seguros a hacer las denuncias de todos los accidentes; llevaba entre 18 y 20 denuncias diarias ya que se registraba hasta una rotura de espejo. Con 21 años iba hasta el Banco de Seguros y el gerente del Banco me hacía pasar a su oficina a tomar café, mientras venía un empelado y se llevaba todas las denuncias, sellaba todo y me las traía de vuelta. Así era el trato que recibías por trabajar en ONDA.
Era un orgullo trabajar ahí, uno nunca pensaba que iba a cerrar, uno sentía que iba a estar toda la vida ahí. Trabajé hasta el cierre de la empresa y para mí fue muy difícil ya que inicié ahí mi actividad laboral.
¿Cómo nace TRANSURUGUAY?
ONDA, entre sus servicios internacionales, tenía la conexión con las lanchas de la Cacciola que hacían Carmelo - Tigre - Buenos Aires. En los últimos años dicha empresa no tenía ómnibus con categoría como para cubrir los servicios internacionales, esa situación la había hecho perder la conexión por Colonia con el ferry. La gente de la Cacciola se comunicó con ONDA por la calidad de sus buses, entonces, junto a cuatro compañeros, formamos TRANSURUGUAY y logramos traer dos Volvo 0km que en ese momento eran hermosos coches.
Esos ómnibus se los alquilábamos a ONDA para que pudiera cumplir con ese servicio de la Cacciola. Tras el cierre de ONDA nos asociamos con la Cacciola y seguimos trabajando en ese servicio.
¿Qué motivó el crecimiento de la empresa?
Tuvimos un crecimiento bastante importante durante años, la apertura de Tres Cruces potenció a dos empresas como TRANSURUGUAY –desconocida hasta el momento- y la Cacciola, que era una empresa de movimiento para gente de bajos recursos.
En nuestro caso aumentamos la flota y la Cacciola logró cambiar sus lanchas viejas por barcos de buen porte y confort, que pasaron de tardar cuatro a dos horas la travesía entre Carmelo y Tigre.
Siempre destaco a la terminal Tres Cruces; es una gran vidriera y fue la mejor propaganda para estas dos empresas, lo que posibilitó un crecimiento muy importante para ambas empresas.
Logramos crecer en la parte turística con hotelería en Buenos Aires llevando uruguayos, y con hotelería en nuestro país trayendo gente de Argentina. En cuanto a la flota, compramos tres ómnibus más cero km. pero no alcanzaron, así que compramos buses usados pero de muy buen porte; eran coches de la empresa Sabelin.
¿Qué nos puede decir de TRANSURUGUAY y CTTM?
Abrimos un taller que aparte de dar servicio a los coches de TRANSURUGUAY, brindaba servicio a terceros. En su momento fue algo único ya que los transportistas de uno o dos coches no tenían un taller para realizar un mantenimiento integral para sus ómnibus.
TRANSURUGUAY Service creció rápidamente, alquilamos un local frente al taller para brindar el servicio de estacionamiento, durante mucho tiempo nos fue muy bien. Luego, cuando compramos la línea de CTTM que iba desde Montevideo a San Gregorio de Polanco, la potenciamos con el turismo. Después, desde San Gregorio logramos llegar con una línea local hasta Tacuarembó. En San Gregorio habíamos alquilado un complejo entero de cabañas y llevábamos mucha gente que iba a hacer turismo.
¿Cómo llegó a trabajar en EGA?
A Whiston Boer, dueño de EGA, lo había conocido en ONDA cuando trabajaba en la oficina jurídica que se ocupaba de llevar todo el registro de las empresas que contrataba. Desde esa época, mantuvimos una amistad.
Luego de que había perdido TRANSURUGUAY y CTTM, estuve trabajando para la Cacciola. Cuando estaba por cerrar esa empresa, llamé a Boer, quien durante muchos años quiso que lo acompañara en su empresa. Le dije que estaba a la orden y era al primero que llamaba, y ahí me ofreció ponerme al frente del taller de su empresa que implica el mantenimiento de su flota.
Comencé en febrero del año 2016. Al principio fue todo un desafío, llegué con el ímpetu que mantengo hasta el día de hoy. Si bien soy un empleado en la empresa, la cordial amistad con el dueño, quien me ha permitido desarrollar una cantidad de actividades, fue clave para mejorar tanto el taller, como la flota y el mantenimiento.
