Una parada en el camino: Comercios de la ruta
El transporte de cargas y de pasajeros en Uruguay, ha evolucionado en las últimas décadas y eso ha provocado importantes cambios en el sector y en los transportistas.
Dentro de esos cambios nos vamos a centrar en uno de ellos; en las paradas de los transportistas en los diversos comercios de las rutas y caminos, algo que hoy ya casi no se estila. Los camiones y ómnibus ya no paran en los paradores y restaurantes de la ruta como solían hacer. La vertiginosa velocidad de los negocios provoca que todo tenga que ser más inmediato en el transporte de cargas.
En el sector de pasajeros parece impensable que un ómnibus pare tres o cuatro veces en la ruta para que los usuarios vayan al baño o degusten alguna especialidad de los comercios. Esta situación provocó que muchos de esos comercios cerraran sus puertas o se reconvirtieran, para poder subsistir.
En esta sección vamos a conocer algunos de esos comercios y sus historias.
Almacén Llanes: un sobreviviente de la ruta 100
La ruta 100 tiene 93 kilómetros de extensión y se encuentra en el departamento de Durazno. Esta ruta atraviesa varias localidades, siendo la más importante, San Jorge.
Antiguamente, circular por esta ruta era una verdadera aventura; andaban desde camiones que sacaban el ganado de las estancias de la zona, hasta los transportes de diversas empresas que unieron San Jorge con la capital, Durazno.
Según relatos de algunos vecinos, muchas veces los vehículos circulaban por adentro de las estancias, abriendo y cerrando varias porteras ya que era mejor opción que la ruta 100. En diversos tramos de esta ruta, había algunos comercios con surtidores de combustibles, siendo una parada ineludible no solo para bajar y subir mercadería, sino también para descansar y distraerse del tortuoso camino.
Los comercios con más antigüedad ya no existen; actualmente, resistiendo el pasaje del tiempo en la despoblada zona, Almacén Llanes es la única opción en la ruta. Sobre la historia del comercio, su actual propietaria, Silvana Llanes, nos comentó sobre sus inicios en el año 1966, que fue en otro sitio. En el año 1977 se mudó al lugar actual donde está ubicado el comercio.
En esos años el bar era parte fundamental del comercio. Como sucedía antiguamente, siempre había algún que otro conductor que se tomaba una grapa en los crudos inviernos.
Entre las anécdotas de antaño del comercio, se cuenta que llegó a estar siete días de corrido abierto para atender la demanda de beberaje de los parroquianos. El propietario del comercio se acostaba a descansar algunas horas y dejaba atrás del mostrador a gente de su confianza y luego de algunas horas volvía atrás del mostrador.
Hoy existe mucha menos gente, las estancias son pocas y tienen menos personal; la mayoría de esos predios están plantados con árboles o chacras. El centro poblado más cercano es Sarandí de Cuadra que está compuesto por unas casas de Mevir, sumado a otros vecinos dispersos, escuelas rurales y algunos pocos más que circulan por la ruta 100. Todos ellos conforman la clientela del Almacén Llanes.
El comercio se ubica a mitad de camino entre la capital de Durazno y la localidad de San Jorge.
La despoblación de la campaña, la accesibilidad a vehículos propios por parte de los vecinos y la mejora de la ruta, han sido claves para una disminución en la clientela. Sin embargo, este comercio asombra por la amplia variedad de productos que ofrece. En Almacén Llanes, además de la más amplia variedad de comestibles, se encuentran baterías, cubiertas de motos, alpargatas, portland, alambre, porteras, entre otras tantas cosas.
Los clientes vienen desde varios kilómetros de distancia, pero el palenque ya fue retirado del comercio; solo un cliente viene a caballo; las motos, autos y camionetas los sustituyeron.
Otro de los problemas de los comercios en el interior profundo, tiene que ver con las posibilidades de conseguir mercadería; los corredores ya no pasan debido a las bajas ventas.
Un mayorista de Durazno pasa una vez al mes y un camión de una reconocida marca de bebida pasa dos veces al mes; para todo lo demás, Silvana viaja hasta la ciudad de Durazno a comprar mercadería.
La tarea de las compras para abastecer el comercio no es nada fácil estando tan lejos, hay que tratar que no falte nada hasta la próxima compra.
Los cambios de hábitos de los consumidores del interior profundo quedan demostrados; las botas de campo antes tenían mucha demanda y hoy ya casi no se venden; se anda mucho menos a caballo y ya no se utilizan.
Los camiones que pasan, ya no paran, los ómnibus que iban a San Jorge y paraban para que los pasajeros compraran algo para comer en el viaje, ahora solo paran para bajar o subir alguna encomienda.
Almacén Llanes ha resistido los cambios y sigue brindando un servicio de calidad a los pobladores del interior profundo.
Su trazado totaliza 93 kilómetros, íntegramente en el departamento de Durazno, que desde 1994 se encuentra bajo jurisdicción de la Intendencia Departamental, luego que por resolución 142/994, quedara desafectado de jurisdicción nacional su último tramo. Fuente: Wikipedia
Ruta 100
Su trazado comienza en la ruta 14 a la altura del kilómetro 198.300. Junto a la localidad de Ombúes de Oribe, tomando la dirección suroeste-noreste y siguiendo primero la Cuchilla de Tomás de Cuadra, hasta lazona de Pueblo de Álvarez; abandona la Cuchilla para cruzar el Arroyo Sarandí de Cuadra y proseguir hasta la zona de María Cejas; allí sigue por la cresta de la Cuchilla Grande del Durazno, recorriendo los parajes de Arroyo de los Perros y Fonseca, hasta Puntas de Carpintería, donde empalma con el Camino de los Paraguayos, proveniente del sur.
Desde allí, se dirige hacia el norte en dirección al Río Negro, pasando por el paraje de Paso Real de Carpintería, el pueblo Aguas Buenas, el pueblo de SanJorge (el centro poblado más importante de su recorrido), parajes Sarandí de Río Negro y Los Agregados, para finalizar bruscamente en la zona conocida como Los Agüero, a pocos kilómetros de la orilla del Río Negro.