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Juan Antonio Salgado: Sobre el subsidio al gasoil: “Las empresas no tocan ni un solo peso”


10.08.2022
Juan Antonio Salgado: Sobre el subsidio al gasoil: “Las empresas no tocan ni un solo peso”

En un momento en el cual se empieza a salir de la peor crisis que debió enfrentar el transporte, en la que los pasajeros no terminan de volver al ómnibus y aparece algún discurso sobre el subsidio al gasoil, nos pareció oportuno entrevistar a Juan Salgado, Presidente de CUTCSA y de la CÁMARA DEL TRANSPORTE, para hablar de esos y otros temas de actualidad.

¿Qué balance puede hacer del sistema de transporte durante la pandemia?
Con el diario del lunes uno puede mirar para atrás y decir que el transporte no fue un elemento causante de ningún tipo de contagio masivo. Sin embargo, fuimos aprendiendo y viendo de qué manera el ómnibus podía brindar garantías que fueran reales.

El transporte estuvo controlado en Montevideo, principalmente, por el Instituto de Investigaciones Biológicas, Clemente Estable, y salvo uno de los informes donde hubo una mala interpretación, siempre concluyeron buenos resultados en cuanto a la calidad del aire. Hoy nos damos cuenta que no solamente el tapabocas es un elemento importante arriba del ómnibus, algo que debería mantenerse como en los centros de salud, sino también la ventilación de un espacio supuestamente cerrado, según las autoridades.

Durante un año, CUTCSA estuvo haciendo estudios que estuvieron respaldados por el Infectólogo Julio Medina, que entregamos al MSP. En un habitáculo cerrado con un número importante de personas, el aire debería renovarse seis veces por hora, con eso la calidad sería excelente. El estudio que realizamos determina que en un ómnibus urbano que tiene que parar y abrir las puertas varias veces, con su trabajo normal, el aire se renueva unas 60 veces por hora o sea que estamos en una calidad de aire tremendamente superior.


Si sumamos la sanetización de las unidades, el alcohol en gel y las demás medidas, el ómnibus se preparó para no ser una fuente de contagio importante.

Desde el punto de vista sanitario, no creemos que se haya dado vuelta la página ni que ya estemos liberados de la situación. Pasamos de la obligatoriedad de algunos cuidados, como el tapaboca y la ventilación, a la recomendación en el transporte de pasajeros. Estamos viendo con preocupación esta situación y deseamos volver a las medidas obligatorias.

En el mundo se habla que hay un porcentaje de usuarios que no va a volver al sistema de transporte público, ¿crees que se aplica a nuestro país?
Nosotros no escapamos a esa tendencia mundial que además se viene consolidando; en primer lugar, hay muchas actividades en el mundo y por supuesto en Uruguay que han vuelto a los parámetros anteriores a la pandemia y que están funcionando bien en general.

En el transporte la incertidumbre que implica compartir un habitáculo chico con mucha gente y el cambio cultural sobre la forma de trabajar y de estudiar, genera que un porcentaje que utilizaba el transporte, por distintos motivos, ya no lo haga.No hay que olvidarse que el primer motivo por el cual las personas utilizan el transporte público es para ir a trabajar, el segundo para ir a estudiar y el tercer motivo para esparcimiento, y muchas de estas cosas han cambiado.

Haciendo una proyección de cómo va a estar el transporte en lo que queda del 2022 y 2023, digo que este promedio que viaja hoy (un 80% de los pasajeros transportados anteriores) se debe tomar como el nuevo 100%. Es algo que no va a variar ni éste ni el año que viene.

¿Cómo recupera el transporte a estos pasajeros?
Entre el teletrabajo, las universidades que aún no tienen presencialidad total, los que empezaron a viajar en auto por miedo y ahora se acostumbraron, sumado a quienes no tienen trabajo, muchas personas han dejado de viajar en ómnibus, lo que implica que vamos a tener que hacer un trabajo de mediano plazo.

El transporte va a tener que salir a la búsqueda de nuevos pasajeros, ofreciendo un precio lo más razonable posible, buena calidad y comodidad, con aire acondicionado, puertos USB, WI-FI, ómnibus nuevos y algo fundamental: ofrecer menor tiempo entre origen y destino. Esto va a suceder cuando las autoridades vean a la movilidad como un tema de Estado. Cuanto mayor poder adquisitivo hay en las ciudades del mundo, la movilidad es un problema mayor. Se soluciona con un sinfín de medidas, desde carriles exclusivos, puentes elevados, obras con tremendos costos, hasta soluciones que son económicas para países que no tienen mercados fuertes como el nuestro.

Nosotros somos parte de la OITP y vemos las experiencias que hay en el mundo; acá tenemos que contar con carriles, control por parte de las autoridades, tenemos que colaborar en ese control para que donde circula el transporte no vaya el vehículo particular. Cuando las autoridades entiendan que esto es un tema de Estado y que tienen que trabajar fuertemente en la movilidad, ahí se dará el primer paso.

Si nos paramos en cualquier calle, a cualquier hora, vemos sólo autos, y el altísimo porcentaje de éstos solo lleva una persona. Sin encarar el tema de la movilidad no se puede mejorar el tiempo entre origen y destino.

Hay algunas señales por parte de la Intendencia de ejercer determinados controles para darle mayor fluidez a la movilidad; nosotros estamos totalmente a las órdenes para tratar de mejorar.

¿Cómo se encuentra actualmente CUTCSA?
Yo diría que la salud de CUTCSA está dentro del promedio de la salud de todo el transporte de pasajeros del país, frágil. Las empresas recién están saliendo de esta problemática causada en parte por la decisión de mantener la conectividad en todos los puntos del país, en marzo del 2020. Eso costaba, y aún cuesta, muchísimo dinero y esfuerzo.

En ese momento las autoridades nacionales, departamentales, los trabajadores, todos hicimos el máximo esfuerzo para llegar hasta hoy, y lo logramos. Las empresas están vigentes, pero todas tienen una situación económica y financiera compleja, en algunos casos muy difíciles. Algunas empresas del interior así como urbanas que son chicas, tienen problemas serios; hoy por hoy no hay ninguna empresa de transporte de pasajeros que esté bien, en general están de regular para abajo.

Durante el peor momento las empresas brindaron conectividad, no hicieron perder puestos de trabajo, ofrecieron un servicio seguro, etc. Para las empresas es mucho más costoso ya que los gastos sanitarios siguen siendo importantes; creo que dentro de unos años vamos a salir de este pozo económico y financiero.

¿Qué espera de las autoridades?
Espero que las autoridades tomen en cuenta que el subsidio que se le da al gasoil, no es para las empresas. De hecho no tocan ni un solo peso. Ese precio diferencial al gasoil es para que los que viajan en el transporte público paguen más barato el boleto. Las empresas incluso con este subsidio tienen un perjuicio porque llegan tarde y mal, las fechas para pagar los sueldos y compromisos no esperan a que llegue el cheque del subsidio.

Se armó un discurso en torno al gasoil que no es real, las empresas no reciben nada, lo que hace el Estado con el precio diferencial del gasoil es abaratarle el costo del boleto al estudiante, al trabajador, al jubilado. De todas maneras, el subsidio ya perdió una parte que no tenía costo para el Estado, que era simplemente la de actuar de garantía.



El subsidio actuaba como garantía y las empresas que reciben subsidio y lo dejan de percibir en el 2024, no tienen posibilidades de garantizar ninguna renovación de flota.

Hoy pongo en duda que alguna empresa esté en condiciones de conseguir una fuente de financiamiento sin contar con el subsidio, esto es lo que deben tener en cuenta las autoridades.

Cualquier medida que afecte al precio diferencial de los trabajadores que pagan el boleto, le va a estar aumentando directamente casi $15 el boleto en Montevideo; estamos hablando de un 40% llevado a cualquier boleto o pasaje de todo el país.

Con el tiempo, hemos logrado entender que no era solo trasladando a tarifas todos los temas. En enero del 2018 el boleto arriba del ómnibus en Montevideo costaba $36, hoy el boleto pago de un pasajero frecuente es de $36. No es casualidad que en toda esta oleada de aumentos de la canasta básica y lo que se ha ido para arriba, en ningún caso caiga sobre las tarifas, los boletos y pasajes. Se debe a que realmente se hizo una política de tratar de contener los costos para los usuarios del transporte.