Ing. Antonio Corbi: “La reconstrucción va a volver a tener su importancia”

En octubre del año 1995, Antonio Corbi fue el impulsor de Gaderey, pero en su trayectoria llevaba varios años en el sector del neumático.

Al año, deja la dirección y pasa a ser asesor, dejando de lado el día a día lo que implicó un desafío personal el dejar ir “al hijo que crece”, explica Corbi. En una amena charla conocemos su trayectoria y la compartimos con ustedes. Al año, deja la dirección y pasa a ser asesor, dejando de lado el día a día lo que implicó un desafío personal el dejar ir “al hijo que crece”, explica Corbi. En una amena charla conocemos su trayectoria y la compartimos con ustedes. 

¿Cuándo empezó su carrera laboral?

Entré a trabajar en la fábrica de neumáticos Puma en el año 1984, antes de recibirme de ingeniero. Entré como estudiante en un cargo de ayudante técnico. En esos tiempos Puma fabricaba neumáticos de nylon, con tecnología Fate para autos, maquinaria y vehículos de transporte.

En el año 1988 se rompe el acuerdo con Fate y se hace otro con Goodyear; estuve dos meses en Brasil haciendo una capacitación y ahí nos habilitaron a producir cubiertas de esa marca en la empresa.

En los inicios yo estaba en la fábrica, mi función estaba en el desarrollo técnico de las cubiertas, la investigación y desarrollo de los neumáticos. Era una tarea manual, con calculadora; hacía pocos años que había aparecido la fotocopia y era todo un adelanto. El contacto con Brasil era a través de DDI, las llamadas eran muy costosas, igual había contacto telefónico. Por eso la capacidad técnica local era fundamental en aquellos tiempos, no es como ahora que con una video conferencia solucionás muchos problemas.

Esa actividad siguió hasta 1993, año en que ya había comenzado a caminar el Mercosur y la industria del neumático era muy protegida. Era impensado competir una fábrica pequeña como Puma con otros gigantes como los que había en Brasil. La radialización ya estaba muy avanzada en esa época y acá no teníamos neumáticos radiales, solo Funsa los producía, pero para autos.

La disyuntiva era hacer una inversión gigantesca y aprovechar las ventajas de entrar a países como Argentina y Brasil sin impuestos, pero se consideró que era muy peligroso hacer la inversión así que la fábrica cerró.

Con el cierre de Puma, ¿cómo siguió su actividad laboral?

Al tiempo los accionistas de lo que era Puma me invitan a que les presentara algún proyecto que ellos pudieran financiar, y ahí me fui un tiempo a Brasil y estuve recorriendo diversas empresas; finalmente les traje un proyecto para hacer una planta de recauchutaje, que complementaba la nueva etapa que tenía Puma en aquel momento que era como distribuidor de neumáticos Goodyear. 

Eso lo hicimos como una empresa aparte en el año 1995 y ahí arrancó Gaderey. Luego Puma terminó cerrando y Gaderey se mantuvo, seguimos hasta el año 2001 como una fábrica pequeña que en total tenía unas 12 personas, y durante la crisis del año 2002, al ser una empresa chica, nos pudimos defender bastante bien.

Luego de la crisis el sector del transporte creció de forma importante, ¿con qué nuevos productos acompañó ese crecimiento?

Tratamos de capitalizar ese crecimiento; en el año 2005 en los locales que había dejado Puma incorporamos todos los servicios de alineación, mecánica ligera y el taller metalúrgico. Ahí crecimos bastante y en el año 2013, cuando empezaron a llegar las cubiertas chinas, vimos que era una amenaza para la reconstrucción, por lo que comenzamos a importar la marca china X- BRI.
Vendemos también cubiertas Goodyear, somos representantes de las llantas Alcoa, tenemos un acuerdo para los furgones Facchini y somos taller autorizado de la marca. 

Uruguay es un mercado muy pequeño y una forma de pelear contra esa particularidad es ofrecer más productos al mismo cliente; nuestra misión es servir al transporte por carretera.

¿La reconstrucción del neumático va a seguir vigente?

La reconstrucción va a volver a tener su importancia, por un tema de ecuación económica y por un tema medioambiental. La conciencia de las empresas apunta al cuidado del ambiente, pensar en traer un neumático que a los 80.000 km se gasta y se tira, es impensable hoy por hoy. 

¿Cuáles han sido las últimas novedades de la empresa?

El año pasado comenzamos tímidamente en el negocio del neumático de autos, este año “nos tiramos al agua” y nos unimos a la UAM (Unidad Agroalimentaria Metropolitana) donde hicimos un acuerdo y tenemos exclusividad en todos los servicios de gomería y venta de neumáticos.Por primera vez vamos a tener un local fuera de nuestra casa central, creemos que es una apuesta que también nos va a traer beneficios. En la UAM van a entrar más de 1000 camiones por día, camionetas y autos, creo que tenemos una buena oportunidad ahí.